La firma automovilística Opel, del grupo General Motors,
recortará la jornada laboral en sus plantas alemanas de Rüsselsheim y
Kaiserslautern desde el próximo mes de septiembre hasta finales de año, con
motivo de la caída de la demanda de vehículos en Europa.
Según informó la compañía, este anuncio se produce tras
alcanzar un acuerdo con el comité de empresa y con el sindicato IG Metall, y
resaltó que este pacto contempla 20 días con recorte de jornada en cada una de
las dos plantas hasta finales del presente año.
El responsable de Personal de Opel/Vauxhall, Holger
Kimmes, afirmó que el mercado europeo de automóviles está cayendo
"sustancialmente" y aseguró que hasta hace poco los bajos niveles de
producción podían compensarse con turnos corridos o con la bolsa de horas.
La corporación automovilística afirmó que este recorte
del horario laboral se aplica a la actividad de producción, así como a las
funciones centrales y administrativas. En el campo de fabricación, el tiempo de
trabajo se reducirá con turnos más cortos o con jornadas reducidas a partir de
septiembre.
En el caso de las funciones administrativas y de
servicio, se aplicarán jornadas de menor duración desde el mes de octubre. Opel
apuntó que se llevarán a cabo políticas individuales en dichas funciones y
resaltó que las actividades de ingeniería no se verán afectadas por estas
medidas.
El centro de Rüsselsheim cuenta con un plantilla total de
13.800 empleados, de los que 3.500 trabajadores se dedican a la producción y
3.300 personas a actividades administrativas. Los 7.000 empleados restantes se
dedican a operaciones de ingeniería. El centro de Kaiserslautern tiene una
plantilla de 2.500 personas.
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