La demanda potencial retenida desde que empezó la crisis
en 2009 alcanza ya 1,5 millones de unidades, según un estudio elaborado por la
consultora MSI para la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la
Automoción (FACONAUTO).
Según la patronal de los concesionarios, se trata de
vehículos que hubieran sido potencialmente adquiridos si la confianza de los
compradores y el clima económico de nuestro país hubiera sido más favorable.
Según este estudio, el gran ajuste de la demanda se
produjo en 2009, cuando se quedaron sin vender más de 500.000 unidades. Este
año está previsto que sean 340.000 los vehículos no adquiridos finalmente por
sus compradores potenciales. Asimismo, hasta 2016 el mercado, que alcanzaría
1,1 millones de matriculaciones, no absorberá del todo esta demanda retenida.
“El mercado quiere crecer. La prueba es este millón y
medio de coches que se han dejado de vender desde que empezó la crisis y que
solo están a la espera de un “chispazo” para que empiecen a concretarse en
ventas reales. Por eso creemos que un plan de renovación del parque tendría una
respuesta positiva inmediata y volvería a ser un éxito”, ha dicho el presidente
de FACONAUTO, Antonio Romero-Haupold.
Envejecimiento del parque
Para FACONAUTO, esta demanda no concretada está teniendo
como consecuencia un frenazo en la renovación natural del parque
automovilístico. Según el citado estudio de MSI, el parque con menos de cinco
años de antigüedad caerá un 17,5% este año, mientras que el de modelos con más de
13 años se incrementará un 17,3%, representando el 30% de todos los automóviles
en circulación.
De esta manera, cuando acabe este ejercicio, la edad
media de nuestro parque tendrá 10,4 años de antigüedad, frente a los 8,6 de
2008.
“Hay que tomarse en serio estas cifras. Un porcentaje tan
alto de coches viejos circulando, pero que tendrían que estar achatarrados,
tendrá a corto plazo graves consecuencias sobre la siniestralidad en nuestras
carreteras y producirá también un aumento inasumible de los costes sanitarios”,
manifestó Romero-Haupold.
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