¡NOS VAMOS A LA FERIA!
Me temo que hoy empieza una de
las Ferias más importantes del mundo. Aquella Feria que un vasco y un catalán
se idearan para el mercadeo de ganado, y ha desembocado en lo que hoy es la
Feria de Sevilla.
Colorido, alegría, desenfado y
cordialidad conforman los calificativos que, después de los años, confirman una
ciudad efímera compuesta por casas que son “casetas”, donde la gente baila,
come, bebe, vende y afronta distendidamente sus despreocupaciones durante siete
días.
Más de trecientas mil
bombillas les dan luz a estas calles con nombres de insignes toreros, una feria
como todas, donde se llega, te diviertes y al final hay que regresar a nuestra
casa real o a nuestro trabajo. Así son todas las fiestas.