NADA COMO EL VEROÑO
Siempre he pensado que un
alargamiento del verano podría asegurarnos una bajada de la siniestralidad en
las carreteras. No es lo mismo, conducir sin inclemencias meteorológicas,
lluvia, viento, etc., que hacerlo sin nada que te impida poner en riesgo tu
vida ni la de los demás. Así que lo que tienes que hacer es, sobre todo, usar
el sentido común y tener precaución para garantizar la seguridad de los
pasajeros.
La incomodidad de llevar más
ropa de abrigo, y tener menos horas de luz solar, nos hacen que nos encontremos
en nuestro camino diario “más palos en las ruedas” que te hacen la conducción,
cuando menos, más incómoda.