El posible pago por uso de las autovías es, sobre todo, un problema para la seguridad vial, pero también para los bolsillos de los conductores, que ya pagan de forma directa e indirecta mucho más de lo que reciben. No sólo eso: el resto de españoles, aunque no utilicen un vehículo privado, también verían repercutido su bolsillo con esta medida