MOTIVO NAVIDEÑO
Compramos corchos, cartulinas, y chocolate “La Campana de Elgorriaga”, nos comíamos las tabletas de dos en dos onzas para quedarnos con el papel de plata que las envolvía y ya teníamos el río del nacimiento.
Un poco de albero para lindar los caminos, algo de musgo para reverdecer las orillas, y cartones pintados hacían que levantáramos un año más la pequeña ciudad de Belén, donde allí en el rincón privilegiado del mueble bar, allí colocábamos el pesebre.