Las medidas regulatorias europeas ya contemplaron esta
posibilidad hace tiempo poniendo barreras para evitarlo.
Atraer a cada vez más conductores para que formen parte de
las filas de Uber es una de las estrategias más sonadas de la compañía. Por un
lado porque cuantos más asociados tengan en sus filas, mejor será su servicio:
los tiempos de espera se reducen y, por tanto, el precio variable también. Por
otro es simplemente por ganarle terreno a la competencia del taxi y de las
otras apps.