Alonso
ganó nueve puestos entre la salida y la montonera y se colocó a la estela de
Max Vesrtappen en la séptima plaza. El asturiano ha realizado una magistral
carrera, sin ceder más que tres décimas por vuelta respecto al Toro Rosso del
holandés. No está el McLaren para caminar en esas plazas y Alonso lo ha
exprimido muy por encima de sus posibilidades, en un circuito en el que la
potencia es clave.
Su
constancia y su talento para gestionar carreras siguen intactos, esperando el
escenario adecuado para dejar una de sus firmas. Paró en la vuelta 22 para
sacarse el neumáticos superblando y montar en blando hasta el final, Regresó en
el puesto noveno, pero pronto dio cuenta del Sauber de Ericsson para situarse
octavo y tras todas las paradas, séptimo de nuevo.
Mientras,
Button, que había quedado enganchado en una mala salida, caminó entre el 14 y
el 11 casi toda la carrera, quizá el puesto real del coche en este circuito.
Queda claro de nuevo quién es el líder de McLaren Honda. Ya en Hungría el año
pasado realizó un irreal quinto y hoy se anota 8 puntitos de lujo.