El dolor de espalda es uno de
esos dolores que nos sorprenden en mitad de la jornada laboral y de los que no
nos libramos tan fácilmente. Cuando conducimos, las vibraciones del motor, el
estrés que supone estar al volante o una postura inadecuada pueden agravar el
dolor con el que te has despertado o con el que has salido de la oficina.
Por ello, a la hora de
montarte en tu vehículo este dolor puede ser realmente molesto. Para que
minimices en la medida de los posible estos inoportunos dolores te dejamos unos
consejos que te ayudarán a hacer más llevadera tu travesía, especialmente si se
trata de un viaje muy largo.