Una vez cubiertos los gastos
más básicos como la alimentación o la vivienda, casi la tercera parte de los
españoles prefiere destinar lo poco o mucho que le queda del presupuesto a su
tiempo de ocio, según se desprende del Índice Global de Confianza del
Consumidor relativo al tercer trimestre del año, elaborado por Nielsen en 60
países de todo el mundo.
De esta forma, aunque es
cierto que la crisis ha hecho a los españoles más prudentes a la hora de
gastar, lo cierto es que seguimos siendo uno de los países donde el ocio fuera
de casa tiene mayor protagonismo, sólo superados por nuestros vecinos
franceses.
Así, después de los extras
dedicados al tiempo libre, el 29% de los españoles reconoce destinar el
remanente de su presupuesto a comprar ropa nueva y a planificar las próximas
vacaciones (28%).
No obstante, el informe de
Nielsen revela cómo los ahorradores españoles han crecido cuatro puntos
respecto al segundo trimestre. Así, el 40% reconoce que una vez cubiertos esos
gastos básicos, su prioridad es ahorrar, superando incluso a la media europea
(34%).