La Unión Brasileña de Biodiésel y Bioqueroseno (Ubrabio),
así como la Asociación de Productores de Biodiésel de Brasil (Aprobio)
consideraron en un encuentro celebrado hoy en Sao Paulo que con el crecimiento
"vigoroso" del sector las necesidades del mercado requerirán
inversiones millonarias.
El Gobierno está en proceso de definir el marco regulador
para ese tipo de biocombustible y fijar el porcentaje de mezcla obligatoria al
diésel común de origen fósil, como sucede con la gasolina, que recibe entre un
18 y 15 por ciento de etanol producido de caña de azúcar.
El porcentaje actual de mezcla del biodiésel al diésel es
del 5 por ciento, después de la entrada en vigor a partir del 2004 del Plan
Nacional de Producción y Uso del Biodiésel. El biodiésel, producido de oleaginosas
como el girasol, la soja y la palma de dendé y de residuos de frituras, deberá
ser mezclado en un 10 por ciento al diesel convencional en 2014 y en un 20 por
ciento a partir de 2020.
En 2011, Brasil se mantuvo entre los mayores productores
y consumidores de biodiésel en el mundo, con 2.700 millones de litros y 6.500
millones de reales (unos 3.250 millones de dólares) movidos por el sector. No
obstante, la producción de las 60 plantas instaladas en el país equivale apenas
al 40 por ciento de la capacidad.
Las dos patronales homenajearon al expresidente brasileño
Luiz Ignácio Lula da Silva por el impulso dado al sector durante sus dos
mandatos de Gobierno, que entre 2005 y 2010 empleó a 1,3 millones de personas.