Por el contrario, cambiar
los filtros cuando corresponde según su libro de mantenimiento y/o los
kilómetros realizados, aporta muchos beneficios a su vehículo: mayor pureza de
los líquidos y lubricantes del motor, lo que redunda en una mayor vida útil,
estabilidad y estanqueidad en los espacios donde su ubican los filtros, mayor resistencia
a la rotura y a la humedad, protege los componentes y garantiza un excelente
funcionamiento del motor y el sistema de inyección y genera ahorro de
combustible y confort.