LA ROTONDA

A LA ORILLA DE LA PLAYA

Disfrutar de un día en la playa debería ser una experiencia placentera, un momento de descanso y conexión con la naturaleza. Sin embargo, cada vez es más común presenciar situaciones incómodas provocadas por la falta de respeto y educación entre los mismos bañistas. Uno de los comportamientos que más molestan es el uso indebido de las sombrillas, especialmente cuando las personas se instalan sin considerar a los demás.

En muchas playas, la llegada temprana garantiza una buena ubicación cerca del mar. Las personas colocan sus sombrillas, toallas y sillas con la intención de disfrutar del sonido de las olas y la brisa marina. No obstante, es frustrante cuando, horas después, otros veraneantes llegan y clavan sus sombrillas justo delante, bloqueando la vista y el paso sin ningún tipo de consideración.

Este comportamiento revela una falta de empatía y normas básicas de convivencia. La playa es un espacio público que requiere del respeto mutuo para poder ser compartido. Invadir el espacio de los demás, tapar la vista o incluso colocar sombrillas a escasos centímetros de otras, no solo es molesto, sino que demuestra una falta de valores como la cortesía y la educación.

Además, algunas personas dejan sus sombrillas clavadas mientras se alejan durante horas, “reservando” el espacio sin siquiera estar presentes. Esta actitud acapara un lugar que otros podrían aprovechar, lo cual es injusto e irresponsable.

Es necesario promover una mayor conciencia social sobre cómo comportarnos en espacios compartidos como la playa. Respetar la distancia, evitar tapar la vista de otros y mantener el volumen bajo son gestos sencillos que hacen una gran diferencia.

En resumen, disfrutar de la playa con respeto y buena educación no cuesta nada y beneficia a todos. Solo con pequeñas acciones y un poco de consideración podremos convivir armónicamente y preservar la tranquilidad que buscamos al visitar el mar.

Qué tengan un buen día.

Pepe Bejarano

todomotornews@gmail.com