LA RAZÓN DE SER
Cada uno lleva por dentro
sus creencias y pone el acento de su fe, unos en el misticismo y otros en la
razón. Sea como fuere, el respeto entre unos y otros es el puente que enlaza
las dos orillas, la de la libertad individual de cada uno, y el respeto por lo
que piensan los demás.
¿Qué me dicen si este
pensamiento, que no realidad, nos indicara el
camino en tránsito de personas y tráfico de vehículos?
Si de antemano sabemos que
un peatón va a cruzar por un paso de peatones, e inmediatamente nos disponemos
a detener nuestro vehículo para que el peatón ejerza el derecho que le da la
norma o el ordenamiento jurídico administrativo, estamos respetando las normas,
y por consiguiente al individuo.
Aquí caben dos consideraciones:
Una, la condición del ser
humano, algo inherente en él para captar cuando los demás tienen preferencias a
nosotros, eso es todo lo contrario a la picaresca, la sinvergonzonería,
caradura, inverecundo, y dos, si conocemos realmente las normas para llevarlas
a la práctica, y no caemos en negligencia debido a nuestra ineptitud, que es
otra indicación que revela nuestra escasa importancia aparentemente por los
derechos de los demás.
Les he puesto dos temas
recurrentes, la religión o el tráfico. Pero no me negarán
que hay infinidad de ellos que resaltan la conducta del ser humano: fútbol, política, salud, etc. ¿Quién le pone vallas al
campo?
El respeto a los demás es
sin duda una asignatura pendiente que tenemos hoy día, y la falta de él, es la
causa de la mayoría de los problemas que nos buscamos hoy día sin
proponérnoslo.
¡Vamos!, haga un esfuerzo y
métase en la piel de los demás, alguien tendrá que dar el primer paso, en vez
de que uno solo lleve esta cruz a cuestas, será
mejor que la llevemos entre todos.
Y este, sí será un gran paso
para la humanidad.
Con afecto y respeto,
Pepe Bejarano
todomotorsevilla@gmail.com
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