Maserati conmemora el Bora, el primer vehículo de calle con motor montado en posición central trasera de la historia de la marca, del mismo modo que el MC20 es el primer modelo con motor montado en posición central trasera de la nueva Era.
El viento del Maserati Bora alcanzó los 50 años de historia y se extiende hasta el comienzo de una nueva Era para la marca: todos los nuevos modelos comparten la exclusividad, la deportividad y la naturaleza única que siempre han caracterizado al fabricante de Módena, y el Bora también ha transmitido la posición del motor, introducido por primera vez en el Tipo 63 (1961), replicado por primera vez en el MC12 y ahora convertido en una clave característica del nuevo MC20.
Han pasado exactamente 50 años desde el 11 de marzo de 1971, cuando en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra fue el escenario del estreno del Maserati Bora, que estuvo en producción hasta 1978 con una producción total de 564 coches, además del espectacular Boomerang, un prototipo de coupé fabricado por Giugiaro con soluciones futuristas en mecánica y carrocería afilada en forma de cuña.
Siguiendo la tendencia que ya había revolucionado los coches de Fórmula 1 en años anteriores, Maserati le pidió a Giorgetto Giugiaro, de Italdesign, que se encargara de crear un vehículo deportivo con el motor montado en posición central trasera y con mejoras en prestaciones, diseño, comodidad y seguridad.
El motor era el ya probado V8 de 4.700 cc que ofrecía 310 CV a 6.000 rpm (al que se unió la unidad de 4.900 cc que llegaría dos años más tarde), montado longitudinalmente en un bastidor auxiliar instalado en el monocasco.
Las características distintivas del vehículo incluyen faros retráctiles para evitar la resistencia aerodinámica, un diferencial que sobresale en el eje trasero, suspensiones independientes en todas las ruedas (por primera vez en un Maserati), frenos de disco, embrague en seco de disco único, caja de cambios de 5 velocidades y amortiguadores telescópicos.
El Bora combinaba comodidad y prestaciones y tenía una velocidad máxima de 280 km / h, asegurando un gran placer de conducción gracias a la excepcionalmente ágil respuesta del motor y su silencioso interior.
Mientras que el diseño de ingeniería del vehículo llevaba el nombre de Giulio Alfieri, la aerodinámica y el estilo fueron obra de Giorgetto Giugiaro, quien creó un coupé de dos plazas con líneas simples y elegantes que le dieron al Maserati Bora una apariencia equilibrada.
El enfoque era futurista con un morro bajo y delgado, casi afilado, diseñado para perforar el aire, mientras que la parrilla delantera se caracterizaba por dos salidas de aire rectangulares con un tridente en el centro. Ambos laterales, perfectamente lisos, estaban divididos en el centro por una fina moldura de goma negra, mientras que la parte trasera terminaba en una cola truncada.
El resultado fue un coche que marcó tendencia, con formas fluidas y depuradas, con un carácter rockero típico de los años 70, que sigue siendo popular entre los entusiastas de hoy.
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