A pesar de las restricciones de movilidad por la pandemia,
apenas disminuyó la cifra de conductores reincidentes con respecto al año
anterior.
Los psicólogos creen que este comportamiento en determinados
conductores puede asociarse a ciertos factores de personalidad, actitudes y
nivel de gestión del riesgo.
El año
pasado, a pesar de las restricciones de movilidad por la pandemia, casi 2.900
conductores fueron denunciados en dos o más ocasiones en un mismo año por no llevar puesto el cinturón
de seguridad. Se trata de un gran número de conductores reincidentes y una
cifra que ha variado poco en los últimos años.
AÑO REINCIDENTES
2016 3.154
2017 2.274
2018 2.628
2019 3.144
2020 2.883
Un dato preocupante si tenemos
en cuenta que, de las 870 personas que fallecieron en 2020 en accidente de
tráfico en vías interurbanas, 125 no llevaba puesto el cinturón de seguridad
(26%), y de las 2.797 personas que necesitaron ser hospitalizadas, el 15%,
viajaba también si él.
Por este motivo, la DGT está
desarrollando durante esta semana una campaña especial de intensificación de la
vigilancia y control de este dispositivo de seguridad y de los sistemas de
retención infantil.
LESIONES CORPORALES EN CASO DE
NO LLEVARLO
Además de la cantidad de vidas
que el cinturón salva cada día, (hay informes que hablan de más de un millón
desde su implantación en 1958), también reduce de manera muy significativa la
producción de lesiones y su gravedad.
El cinturón de seguridad
retiene y evita que el cuerpo humano se golpee contra superficies duras en caso
de accidente, por eso, cuando una persona no lo lleva y viaja libre dentro del
vehículo, sea cual sea el asiento que ocupe, un simple frenazo provoca un
desplazamiento del cuerpo, un choque contra el parabrisas o elementos como el
salpicadero o contra otro pasajero. A 50 km/h, el resultado de una colisión es
similar a caer desde un segundo piso.
De hecho, el propio impacto
puede provocar roturas en los órganos internos. Por ejemplo, un golpe en el
tórax puede fracturar las costillas y convertirlas en cuchillas sobre los
pulmones y el estómago, al igual que las arterias o la vejiga, también puede
romperse por el impacto. Todo ello sin olvidar las posibles lesiones en la
columna vertebral con las fatales consecuencias que éstas tienen.
Por el contrario, si llevamos
de forma correcta el cinturón puesto, todos estos traumatismos son
prácticamente imposibles.
QUE HAY DETRÁS DE LA NEGATIVA
A USARLO
La primera campaña de
divulgación que realizó la Dirección General de Tráfico sobre el uso del
cinturón de seguridad fue a comienzo de los años 70. Han pasado más de 45 años
y seguimos insistiendo en su uso, porque todavía fallecen personas que no lo
llevan puesto en el momento del siniestro.
Si se sabe que el uso de este
dispositivo de seguridad es un seguro de vida, ¿por qué sigue habiendo un
porcentaje de conductores que no lo usa?
Las razones son variadas:
trayectos cortos, solo en el casco urbano, ir despacio... pero es que, además,
confluyen en estos conductores rasgos como sobrevalorar sus capacidades al
volante, un rechazo generalizado a las normas o ver únicamente la parte
punitiva de no llevarlo y pensar que “a nosotros no nos van a pillar”.
El Consejo General de la
Psicología, a través de su División de Tráfico y Seguridad, considera que
detrás de esos conductores que incumplen de forma sistemática la norma hay una
percepción errónea o disminuida de la realidad, una falta de conciencia sobre
la vulnerabilidad y fragilidad ante un accidente.
Además, suelen tener en común
todas ellas una falta de aceptación de las normas que, no solo se circunscribe
al ámbito del tráfico, sino a su vida en general, con comportamientos
impulsivos, impetuosos, que les impiden reflexionar sobre las consecuencias que
pueden tener sus comportamientos para ellos mismos y para el resto de personas
que viajen con él en el vehículo. El
estilo de vida que tenemos, el estrés en el que se desarrolla la conducción
genera una deficiente atención que bloquean los automatismos a la hora de
llevarlos a cabo. En definitiva, personas que prefieren la pequeña recompensa
inmediata que supuestamente significa evitar una mínima incomodidad, a la
enorme recompensa diferida de una vida de salud, libertad y movilidad.
Enlace para descarga de los testimonios de tres profesionales del
Consejo General de Psicología
https://drive.google.com/drive/folders/13aSafr3FrefpBu2kFMcNp_vlG_-vHcth?usp=sharing
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