El desplome de la recaudación rondó los cuatro millones de euros en Madrid solo en marzo, ciudades como Zaragoza prevén recaudar menos de la mitad que un año normal y las denuncias se reducen en más de un 80% en Valencia, mientras los excesos de velocidad se duplican en Barcelona en plenas restricciones de la movilidad.
Las restricciones de la
movilidad por el estado de alarma para hacer frente a la pandemia están
teniendo un efecto secundario tan negativo para las arcas de los ayuntamientos,
especialmente los de las grandes ciudades, como beneficioso para los bolsillos
de sus vecinos: los ingresos por sanciones de tráfico se han desplomado a un
ritmo incluso más intenso en algunos casos que la propia circulación de
vehículos, algo que está provocando descuadres millonarios en las cuentas de
los consistorios.
Los últimos datos de la DGT
(Dirección General de Tráfico) indican que el 1 de junio, con el 70% de la
población española en las fases dos o tres de la desescalada, y aunque Madrid y
Barcelona siguen en la uno, la reducción del tráfico sobre una jornada normal
alcanzaba el 39% en los accesos a ciudades y el 52% en su interior.
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Esas caídas del tráfico urbano
superaron el 90% en el primer tercio del mes de abril, coincidiendo con el
cierre de las actividades declaradas no esenciales, y habían sido de más del
50% en los primeros días del confinamiento, una cota que no se recuperó hasta
la penúltima semana de mayo.
Los excesos de velocidad y los
accidentes mortales se disparan pese al estado de alarma
Madrid: la peor factura de la
década
Esa reducción de la
circulación comenzó a dejarse notar de una manera inmediata en los registros de
multas del Ayuntamiento de Madrid, que veía cómo solo en marzo la cuantía de
las sanciones se reducía en casi cuatro millones de euros al caer de los 13,5
de ese mismo mes de 2019 a los 9,7 de este año.
El descenso supera
holgadamente los seis millones frente a los 16 recaudados tanto en 2018 como en
2017, y se queda un 30% por debajo de la media de los ocho años anteriores, que
se sitúa en 13,87.
El Ayuntamiento madrileño
todavía no ha hecho públicos los datos de recaudación de abril y de mayo, en
los que la caída será previsiblemente mayor por tratarse de los dos primeros
meses completos con restricciones en la movilidad y en las que estas fueron más
intensas, especialmente en abril.
Por otro lado, el ritmo de la
recaudación puede verse ralentizado en mayor medida por la suspensión de los
plazos administrativos, que retrasa tanto las notificaciones como la
presentación de recursos y su tramitación.
Zaragoza: multar la mitad de
lo previsto
Tampoco Zaragoza los ha
publicado, aunque la concejala de Hacienda, María Navarro, prevé que el
desplome de la recaudación por multas de tráfico se sitúe entre los 4,15 y los
6,6 millones de euros tras la pandemia dentro de unas previsiones generales de
entre 56 y 112 millones menos de ingresos en un presupuesto de 801.
Entre un 5,9% y un 7,3% del
apretón económico que la pandemia va a ocasionar en las arcas de la capital
aragonesa se debería según este planteamiento a la caída de este tipo de sanciones,
cuya cuantía podría llegar a situarse por debajo de la mitad de los diez
millones de euros consignados en el presupuesto municipal para todo el año.
"Cabe destacar por su
importancia cuantitativa el concepto de multas", que "puede
experimentar una importante desviación a la baja (…) al haberse restringido de
forma drástica el tráfico de vehículos privados durante el estado de alarma,
disminución que será más acusada en función de la duración e intensidad de las
medidas de confinamiento", señala un informe que firma la concejala.
Los datos de Tráfico reflejan
que durante 2020 fueron sancionaros en la provincia de Sevilla un total de
27.495 conductores, a los que se impusieron 29.308 sanciones que conllevaron la
retirada de 90.030 puntos del carné. Comparando estos datos con el año 2019, se
ha producido una caída del 23,49% en el número de conductores sancionados (en
2019 fueron 35.938), del 23,90% de las sanciones (38.513 en 2019) y del 25,50%
en lo que se refiere a la retirada de puntos del permiso (fueron 20.846 en
2019).
En cuanto a la tipología de
las sanciones, el mayor volumen de las multas impuestas en 2020 se debieron al
exceso de velocidad, que tradicionalmente viene siendo la principal causa de
sanciones de los conductores. Por este motivo se tramitaron 12.235 sanciones,
de las cuales la mayoría fueron por infracciones leves (10.599 multas) que
llevan aparejada la pérdida de dos puntos del carné, mientras que otras 1.205
sanciones supusieron la retirada de cuatro puntos. Los casos más graves de
conducción a una velocidad excesiva, que se castigan con la pérdida de seis
puntos, representaron otras 431 multas, una cifra, no obstante, muy similar a
las 462 multas por estas infracciones impuestas en el año 2019, antes de la
pandemia. Por exceso de velocidad se retiraron el año pasado 21.198 puntos en
Sevilla.
Barcelona y Valencia no
disponen oficialmente de una estimación de la caída de los ingresos por el
menor volumen de sanciones de tráfico, aunque en ambos casos dan por hecho que
esas caídas van a producirse.
En el caso de Valencia, el
desplome del número de sanciones en los dos primeros meses del estado de alarma
llega a superar el 80% en relación con el mismo periodo de año pasado, como
pronostican las 1.028 denuncias de marzo y las 163 de abril frente a los
registros de los mismos meses de los dos años anteriores: 12.330 y 9.529 en el
primero de ellos, que tradicionalmente es uno de los que se cierran con un
mayor número de multas por coincidir con las Fallas, suspendidas por la
pandemia, y 12.182 y 8.623 en el segundo.
Los excesos de velocidad se
duplican en Barcelona
En Barcelona, no obstante, la
caída de la recaudación por multas de tráfico va a verse paliada por uno de los
paradójicos efectos secundarios del coronavirus: las restricciones de la
movilidad se han traducido en un desmesurado aumento de los excesos de
velocidad, y con ellos de la mortalidad, entre los automovilistas que han
seguido circulando, en su mayoría por cuestiones laborales.
Los radares del Ayuntamiento
de Barcelona detectaron 73.590 infracciones en marzo y 57.382 en abril, lo que
da un total de 130.972 que duplica las 65.058 de los mismos meses del año
pasado (31.270 y 33.788) y que, en solo dos meses y con tres cuartas partes de
ellos con restricciones, equivalen a bastante más de un tercio (37,7%) de las
347.173 de todo el año pasado y las 360.669 del anterior, y también a más de la
mitad de las 224.514 de 2017.
Fuentes del RACE (Real
Automóvil Club de España) atribuyen ese aumento de los excesos de velocidad,
que también se está dando en otras zonas del país, a la menor presencia de
vehículos en las vías, que en ocasiones estaría llevando a los conductores que han
seguido utilizándolas a asumir más riesgos de los que la conducción entraña de
manera habitual.
Los excesos de velocidad
detectados por los radares fijos llevan dos años aportando algo más del 70% de
las infracciones de tráfico por las que tramita sanciones el Ayuntamiento de
Barcelona, y los más de 130.000 de marzo y abril equivalen, por sí solos, a más
de la cuarta parte del total de sanciones impuestas en 2018 (508.547) y 2019
(492.092) por todos los conceptos: alcoholemias, semáforos, distracciones, aparcamiento,
etcétera.
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