Sumauto anima a los concesionarios a formarse en
ciberseguridad para incluir un ‘extra de protección digital’ a los compradores
Cuatro de cada cinco
consumidores no comprarían un coche a un concesionario que no fuera
ciberseguro, es decir, que no garantice un blindaje de sus datos, según datos
del experto en ciberseguridad del automóvil EUROCYBCAR recogidos por Sumauto,
especialista en portales verticales de automoción que agrupa a Autocasión y
AutoScout24 entre otros.
Sumauto explica que, en esta
nueva era de objetos y negocios conectados, no solo los vehículos, sino también
los concesionarios están expuestos a sufrir ciberataques, dado que están
acelerando su digitalización. En la actualidad, el 80% de los pasos en el
proceso de adquisición de un coche son ya digitales, según Nielsen.
Hoy en día, la amenaza de
ciberseguridad más frecuente en un concesionario es el ataque a los sistemas
informáticos, lo que se traduce en el robo o la manipulación de datos sensibles
de los clientes. De esta manera, el negocio, en calidad de vendedor del coche y
responsable último del estado en que llega al consumidor, debe garantizar la
protección de la información tanto del comprador como del vehículo del que hace
entrega.
Además, se trata de un riesgo
potencial para el 100% de los concesionarios. No en vano diversos estudios
muestran una amplia exposición a esta amenaza, como el realizado por EUROCYBAR
en Estados Unidos, que concluyó que el 85% de los concesionarios allí localizados
sufrió al menos un ciberataque en los dos últimos años.
De este modo, Sumauto extiende
la digitalización de los concesionarios más allá de la compra de un vehículo,
al añadir la seguridad para la defensa de sus sistemas y la protección de la
información de los clientes, que en un negocio de este tipo incluye desde datos
financieros a otros de contacto (teléfono, correo electrónico) e incluso de
identidad (DNI, pasaporte).
Formación en ciberseguridad
En este proceso, otra de las
asignaturas pendientes es la formación de los propios empleados, de manera que
puedan ejercitarse en buenas prácticas digitales con los vehículos y hacer
pedagogía con los compradores. Así, una vez cerrada la adquisición y ya con el
coche listo para su entrega, el comercial podrá concienciar y aconsejar al
conductor sobre cómo mantenerlo a salvo de intrusiones digitales, lo que
incluye también el móvil, que ya en el concesionario se sincroniza con el
coche.
Además, en el caso de un
vehículo de ocasión, el concesionario debe contemplar un extra de protección,
que puede materializarse en un protocolo de limpieza de datos e información
para el usuario que hace entrega del coche y así pasar “formateado” a su
próximo dueño. De este modo, no se pone en riesgo información sensible del anterior
conductor, que puede abarcar desde sus contactos telefónicos hasta sus rutas en
el navegador.
Todo ello irá cobrando más
importancia año tras año a medida que los coches conectados vayan extendiéndose
por nuestras carreteras. De hecho, la consultora MSI estima que para 2025 el
70% de los coches que se vendan en nuestro país estarán conectados, es decir,
un parque hackeable cada vez más grande y que, por ese mayor tamaño, entrañará
también mayores riesgos.
Según el director general de
Sumauto, Nicolás Cantaert, “en un momento en el que tendemos a garantizar la
seguridad ‘freecovid’ en los negocios, no podemos dejar de lado una amenaza tan
real como el hackeo, ya sea del concesionario o de sus vehículos. Y el vendedor
profesional debe ser parte activa en la defensa digital del conductor, a quien
debe ofrecer entre los extras de seguridad del vehículo un extra de protección
digital a través de su asesoramiento y formación. Que el cliente salga del
concesionario con la misma percepción de seguridad que cuando sale de una
tienda tras comprar un ordenador, al que no escatimaría nunca en ponerle, como
mínimo, un antivirus”.
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