UN SIGLO ROMPIENDO CON
LO ESTABLECIDO: MAZDA 1920-2020
• Una larga tradición de modelos sedán, wagon y monovolúmenes
sorprendentemente innovadores.
¿Qué les suele pasar a los familiares? Que destacan en los aspectos prácticos,
como el número de plazas o el espacio de carga, pero con frecuencia adolecen de
estilo y prestaciones. En Mazda, esa clase de compromisos nunca han sido
aceptables. Desde sus primeros pasos, la marca de Hiroshima ha luchado por
diferenciarse y se ha labrado una sólida tradición de diseños y soluciones
técnicas que escapan a lo convencional.
Hoy día, Mazda ha cosechado
grandes éxitos con modelos familiares ligeros y eficientes como el Mazda6 y el
Mazda CX-5, con exteriores deslumbrantes e innovadores conceptos de habitáculo,
que complementan a la perfección un comportamiento dinámico sobresaliente.
Estas características que, con el tiempo, se han convertido en atributos de la
marca, son las que Mazda ha buscado desde que se lanzó a fabricar vehículos.
Todo empezó con su primer
turismo de producción en serie, el Mazda R360. Se presentó en mayo de 1960,
medía 2,98 metros de largo y tenía un diseño sumamente ingenioso con cuatro
plazas, a pesar de sus dimensiones de minicoche. Hasta ese momento, Mazda solo
había fabricado vehículos comerciales. Este cupé de dos puertas catapultó a la
marca dentro del floreciente mercado de turismos de Japón. En 1960, dominó con
claridad su segmento. En los años y décadas siguientes Mazda fue dejando una
larga estela de atractivos modelos familiares.
Mazda Familia: el nombre lo
dice todo
El Mazda Familia
(comercializado como Mazda 800 y Mazda 1000 fuera de Japón) llegó en 1963, tras
los éxitos del R360 y del Mazda Carol P360, un modelo más avanzado de 1962. El
Familia se fabricó inicialmente en formato wagon y combinaba a la perfección el
carácter práctico de una furgoneta con el confort de un turismo. Además, Mazda
supo darle un comportamiento deportivo y un estilo muy característico, con la
firma de la casa italiana de diseño Carrozzeria Bertone.
Fue una alternativa muy
refrescante a los modelos demasiado funcionales de los competidores y no tardó
en encaramarse al primer puesto de su segmento en Japón con una cuota de
mercado del 44%. Mazda amplió enseguida la gama con versiones sedán y cupé, e
incluso lo fabricó en formato de camioneta. La segunda generación se lanzó en
1967 y se denominó Mazda 1000 (posteriormente 1200/1300). Fue uno de los
primeros modelos que la marca empezó a distribuir en Europa. El caso es que el
Familia dejó una honda huella dentro del segmento de compactos a lo largo del
resto del siglo XX. A partir de 1977 se transformó en el Mazda 323 y su carácter
avanzado sigue latiendo en el Mazda3, un modelo que ya va por su cuarta
generación y que este año ha sido premiado con el World Car Design of the Year
2020.
Mazda adquirió fama por sus
inspirados diseños desde sus primeros turismos, en especial, desde el Mazda
Luce (Mazda 1500/1800 en otros mercados), que se introdujo en 1966. El Luce se
adaptó a partir de un diseño de Bertone y se comercializó en versiones sedán,
wagon y cupé. También fue uno de los primeros modelos que Mazda exportó a
Europa. De hecho, allanó el camino a una serie de modelos familiares con
formato sedán y wagon, como el Mazda 818/RX-3 —basado en el Familia—, el Mazda
Capella/616/RX-2 (ambos de 1971) o el Mazda 929/RX-4, un modelo más grande de
1972.
El Mazda 626 conquista el
corazón de los europeos
Uno de los familiares que
causó un mayor impacto fue el Mazda 626 (desde 1978). Este modelo hizo de Mazda
la marca más europea entre los fabricantes asiáticos, y ayudó a alcanzar nuevos
récords de ventas en mercados como el alemán, en donde fue el vehículo
importado más vendido en 1988 y 1989.
Aunque en un principio se
comercializó únicamente en versiones de 4 puertas y cupé, a partir de la
segunda generación (1982), el Mazda 626 adoptó una nueva plataforma con
tracción delantera que permitió desarrollar un interior más confortable. Y, de
paso, un espacioso 5 puertas y una opción con motor diésel. Este modelo recibió
el premio Coche del Año en el Japón de 1982. Cuando llegó la tercera generación
en 1987, Mazda fabricó un 626 en versión wagon con opción de 7 plazas. En
algunos mercados, comercializó también modelos con tracción a las cuatro
ruedas. Todavía le seguirían otras dos generaciones hasta que la denominación
“626” desapareció en la mayor parte del mundo en 2002.
Su sucesor debía llenar un
hueco enorme. Mazda se replanteó cómo debía ser un coche familiar del siglo XXI
y, en 2002, presentó la primera generación del Mazda6 en versiones de 4
puertas, 5 puertas y wagon. De paso, con el Mazda6, la marca consolidó en un único
coche sus modelos más grandes, como el Xedos 9/Millenia o el Sentia, que solo
se comercializó en Japón. Y la verdad es que lo consiguió: el Mazda6 fue un
éxito desde el primer instante, por su diseño de vanguardia y su comportamiento
deportivo. En solo cuatro años se fabricó un millón de unidades. En 2010, ya
con la segunda generación del modelo, la producción alcanzó los 2 millones de
unidades. Mazda ofrecía también una versión de altas prestaciones con tracción
total, que en Europa se denominó Mazda6 MPS y que podría llegar a 240 km/h.
Actualmente, el modelo se
encuentra en su tercera generación (2012). Posee un diseño Kodo —ganador de
diversos premios— y tecnología Skyactiv, y no ha perdido un ápice de atractivo
en términos de diseño, comportamiento dinámico y carácter práctico familiar,
esto último especialmente en su versión wagon. Conducirlo es una experiencia
excepcional, por sus motores diésel y de gasolina, potentes y eficientes, por
el refinamiento de su chasis y por su generoso equipamiento.
Los monovolúmenes de Mazda:
décadas de interiores repletos de innovación
La historia de los modelos
familiares de Mazda no estaría completa sin hablar de sus monovolúmenes. En
este segmento, igual que en todos los demás, la marca ha explorado conceptos
únicos para maximizar el espacio y el confort. Por ejemplo, ocho plazas con
solo 3,77 metros de longitud. Así era el Mazda Bongo, una furgoneta con diseño
de piso bajo que se introdujo en 1966.
¿Aire acondicionado con
alimentación solar? El Bongo Sky Lounge, un lujoso microbús, lo tenía... ¡en
1983! En Europa, el Bongo se llamó Serie E. Se ganó una sólida reputación como
transporte indestructible de personas y mercancías. Se le pudo ver en los
lugares más remotos del mundo y, en Japón, fue varios años el modelo más
vendido de Mazda. Se desarrollaron versiones para distintas aplicaciones
comerciales y hasta una autocaravana. Ha sido todo un ejemplo de versatilidad
década tras década.
El primer auténtico
monovolumen de Mazda llegó en 1988. El Mazda MPV tenía siete plazas, opción de
tracción a las 4 ruedas y, cuando desembarcó en Europa a mediados de los
noventa, montaba una motorización turbodiésel muy eficiente y una puerta
trasera en el lado del conductor. Con la segunda generación (1999) se presentó
un modelo con tracción delantera, un diseño exterior más fresco y unos asientos
karakuri que aportaban una mayor
flexibilidad al interior.
El Mazda Premacy, más pequeño,
era práctico por definición. Tenía una opción de siete plazas, los asientos de
la segunda y tercera fila podían abatirse y desmontarse, y las dos puertas eran
correderas, para una comodidad máxima. En 2005, su segunda generación pasó a
denominarse Mazda5 fuera de Japón, aunque en el mercado doméstico se mantuvo el
nombre de Premacy. Estaba equipada con un sistema karakuri más evolucionado que
hacía posibles incontables posibilidades de organización del habitáculo con un
esfuerzo mínimo. Aquella segunda generación del Mazda5, junto con la tercera y
última (2010) fueron probablemente los monovolúmenes compactos más deportivos
del mercado. Mazda llegó incluso a ofrecer a través de un programa de leasing
una versión híbrida —toda una novedad mundial— con un motor rotativo que podía
funcionar con hidrógeno o gasolina.
Hoy día, Mazda sigue haciendo
modelos pensando en las familias con la misma vitalidad que hace seis décadas.
Los modelos actuales, como el Mazda CX-5, que es el SUV de mayores ventas de la
marca, son toda una referencia del mercado por sus diseños Kodo y su tecnología
Skyactiv. Con todo, el carácter ultracompetitivo de la industria del automóvil
de hoy día obliga a Mazda a ofrecer en sus vehículos algo más que carácter
práctico, seguridad, confort, estilo, eficiencia y placer al volante. Por eso,
Mazda dedica grandes esfuerzos a crear habitáculos con un ambiente abierto que
sea relajante para los pasajeros. También procura reducir al mínimo las fuentes
de distracción y fatiga del conductor, situando los controles más importantes
de manera que su manejo resulte sencillo e intuitivo. Para ello se requiere una
enorme atención a los pequeños detalles que, en último término, redunda en una
experiencia de conjunto excepcional en nuestros modelos familiares.
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