La exposición “Montesa, la forja
de un mito” se podrá visitar en el Palau Robert del Paseo de Gracia de
Barcelona, del 9 de junio al 6 de septiembre.
La muestra recoge 43 modelos
de motocicleta, entre los cuales destacan ejemplares míticos como la Impala, la
Cota o la Brío
En la actualidad, Montesa
fabrica 5 modelos de motocicletas de trial en exclusiva para todo el mundo
Montesa conmemora los 75 años
de historia con una exposición en el Palau Robert, entre el 9 de junio y el 6
de septiembre, que recupera su trayectoria en la industria del motor. En 2020
se cumplen 75 años de la marca decana del motor a nivel nacional y una de las
más longevas del mundo, desde la presentación de la primera moto que pondría en
marcha una aventura empresarial caracterizada por los éxitos deportivos en el mundo
del motor, y por los emblemáticos diseños de los modelos de motocicleta.
La muestra “Montesa, la forja
de un mito”, hace un recorrido cronológico de la marca fundada por Pere
Permanyer, exponiendo al público 43 modelos diferentes de motocicletas, cedidas
por diversos coleccionistas y por la Colección Permanyer del Museo de la
Ciencia y la Técnica de Terrassa. Destacan modelos míticos de la industria del
motor como: la Impala, la Brío, la Cota, la Cappra, y otros modelos más
sorprendentes como la Mini Mini o el primer modelo que salió de la fábrica, la
A-45.
La exposición quiere mostrar a
través de su recorrido determinados objetivos que, según Pep Itchart y Santi
Ruiz, comisarios de la exposición, son fundamentales para entender lo que la
marca supuso para la industria nacional y para la historia del motor incluso en
Europa y en el mundo. “El hilo conductor es la producción industrial. Montesa
se convierte en un ejemplo de cómo una idea, que responde a las necesidades de
su contexto histórico, llega a la industrialización en unos momentos en los
cuales era muy difícil conseguirlo, y cómo con el paso del tiempo un producto
bien hecho es reconocido por sus éxitos deportivos y la aceptación del
mercado”, afirman.
La exposición muestra la
importancia de la investigación, experimentando con nuevos motores y soluciones
técnicas para diversas disciplinas de la práctica motociclista. Según Itchart y
Ruiz, “la vida de Montesa es a su vez una muestra de superación. Cuando el
contexto socioeconómico no fue favorable, el acuerdo y posterior absorción por
parte de Honda permitió la subsistencia de la marca con una nueva gama de
modelos de trial que ahora, con el piloto Toni Bou, representan el dominio
absoluto del Campeonato Mundial”.
La exposición realiza un recorrido
por la historia de Montesa a partir de tres períodos:
De 1945 a 1962: del inicio de
la aventura hasta la Operación Impala.
La visita se abre con la
figura de Pere Permanyer como gran artífice de la aventura empresarial e
industrial de Montesa, con la finalidad de ofrecer una nueva forma de movilidad
a una sociedad que empieza a dejar atrás las penurias de la posguerra.
La asociación con el ingeniero
Francesc Xavier Bultó complementó la fabricación de motocicletas y el espíritu
innovador de Permanyer con el carácter deportivo y la participación en
competiciones. Juntos fundaron Montesa, en un momento en el cual no se disponía
de recursos, ni industria, ni mano de obra especializada. Destacan los primeros
éxitos deportivos, el vínculo con el circuito de Montjuïc y la aventura de
salir a correr a Europa en pruebas míticas como el Duch TT o la Isla de Man.
Los éxitos comerciales obligan a trasladar la pequeña fábrica de la calle
Córcega de Barcelona a la planta de la calle Pamplona para producir el modelo
Brío.
Este periodo acaba con la
salida de Bultó de la sociedad y un consiguiente nuevo planteamiento
industrial. La famosa Operación Impala, donde tres motocicletas preserie del
futuro modelo Impala cruzaron el continente africano, desde Sudáfrica hasta Túnez,
recorriendo más de 20.000 km. La Impala fue, en 1962, la respuesta a unos años
de esfuerzo del equipo del diseñador Leopoldo Milá. Un modelo que todavía
circula por las calles de ciudades como Barcelona y que se ha convertido en un
símbolo para más de tres generaciones. Siete motos, además de dos motores e
ingenios mecánicos desarrollados y patentados por Montesa, explican este
periodo.
De 1963 a 1986: la expansión
de Montesa.
La firma traslada su
producción del Poblenou hasta la nueva fábrica de Esplugues de Llobregat. La
salida al mercado de la Montesa Impala y su gran acogida impulsaron las ventas.
El motor monobloque de la Impala supuso la base para modelos de otras
disciplinas como el cross, el trial y, posteriormente, el enduro.
El crecimiento de la afición
por el off-road en España y, muy especialmente, en Estados Unidos, impulsó la
apuesta de Montesa por el mercado internacional. Fue la época de los
lanzamientos de las Cappra, la King Skorpion, la Texas, o la Cota, un modelo
que todavía hoy sigue en producción tras 52 años y que representa el vehículo
de motor más longevo que se ha fabricado en España. Es una etapa frenética de
lanzamientos de nuevos modelos incluyendo la comercialización de una gama de
ciclomotores que acabarían dando excelentes resultados comerciales.
La especialización fue
acompañada de éxitos internacionales en estas disciplinas deportivas,
destacando el primer Campeonato del Mundo de Trial conseguido por Ulf Karlson
en el año 1980, pero la caída de las ventas a principios de los años 80
supondría una amenaza para la viabilidad de la compañía. De este período se
exponen 26 motocicletas y tres motores, algunos experimentales.
De 1986 hasta hoy: Montesa y
Honda y la época dorada de la alta competición.
La entrada de Honda supuso
iniciar un acuerdo de fabricación de modelos Honda en la planta de Esplugues de
Llobregat. La colaboración derivó en un interés de Honda por adquirir Montesa,
manteniendo la marca para los modelos de trial. La aportación de nueva
tecnología permitió el desarrollo de nuevos motores de 4 tiempos para los
modelos de trial, con los que Montesa continúa siendo el referente mundial.
La apuesta de Honda por la
especialización de Montesa en el trial ha permitido consolidar un potente
equipo de pilotos que han conseguido grandes éxitos mundiales en los últimos
años, como Marc Colomer, Douguie Lampkin, Laia Sanz, Takahisa Fujinami y el
gran dominador mundial de la especialidad en los últimos 12 años, Toni Bou, que
acumulan más de 71 títulos mundiales. De este período se exponen diez motos.
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