Seguramente alguna vez te ha pasado que, después de unos días sin coger el coche, vas a usarlo y te das cuenta de que una de las ruedas está desinflada. Lo primero que se nos viene a la cabeza es que está pinchada y que vamos a tener que cambiarla. Sin embargo, no siempre tiene por qué ser así. Debes saber que, debido al proceso de permeabilidad, las ruedas van perdiendo un poco de aire cada día, siendo la pérdida de presión mayor durante los meses de verano. Pero además, hay que tener en cuenta que los golpes fuertes pueden provocar que la presión del neumático también baje. Por eso, es muy importante que revisemos la presión de manera periódica para que nuestras ruedas se encuentren en el nivel adecuado y que la conducción sea segura.
El problema llega cuando la pérdida de presión es mucho mayor de lo que debería. En estos casos, no solamente es necesario revisar el propio neumático, sino también la válvula de inflado, con el objetivo de asegurarnos de que la rueda está perfectamente bien colocada en el aro y que no existen cortes. Si se convierte en algo habitual, es importante que acudas a un taller especializado en llantas o que compres unas nuevas en una tienda de neumáticos online y las cambies tú mismo.
En cualquier caso, son muchas las variables que pueden estar haciendo que nuestras ruedas se hayan desinflado. Si hablamos de camiones o de coches de gama alta, lo normal es que haya un indicador en el cuadro de mandos que nos alerte en cuanto uno de nuestros neumáticos no se encuentre a la presión adecuada, lo que resulta muy útil para evitar situaciones de riesgo. Pero si disponemos de un vehículo de gama baja que no incluya esta funcionalidad, seremos nosotros mismos los que deberemos estar pendientes de esta cuestión.
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