• ● La
Asociación ha elaborado una serie de propuestas que espera se trasladen al
próximo Pleno del Ayuntamiento
Celso Besoli, presidente del Gremi. |
El Gremi de Talleres
(CETRAA Barcelona) ha realizado una serie de alegaciones contra la ordenanza
que regula la que será la mayor zona de bajas emisiones de Europa y la que
mayores sanciones aplicará. Desde la Asociación consideran extremadamente
necesario que se revisen las necesidades de los profesionales del colectivo,
que pueden ver gravemente afectados sus negocios.
El texto inicial de la
ordenanza no prevé la necesidad para los talleres de mantenimiento y reparación
de circular con el vehículo de sus clientes para el diagnóstico de avería y
comprobación de reparación. Además de otras cuestiones, en definitiva, no
recoge una ordenación ponderada entre la reducción estimada de emisiones que se
pretende alcanzar y las dificultades que crea a la ciudadanía —en especial a
aquellos con menores recursos económicos— con restricciones a la circulación
menos flexibles que en otras ciudades europeas.
Se ha dado paso a
establecer la ZBE más grande de Europa, con las mayores sanciones, pero no a
introducir un criterio de uso del automóvil que restrinja primero las prácticas
más flagrantes y, tras comprobar los resultados, aplique medidas progresivas.
“No hay más tiempo para
excusas, es hora de actuar”, dijo el Comisario Europeo de Medio Ambiente, Karmenu Vella, cuando el pasado mes de julio
la Comisión Europea reactivó el expediente sancionador a España por los
elevados niveles de contaminación en Madrid y Barcelona, que contribuyen a
superar los límites de NO2 desde 2010. “La respuesta ha sido una ordenanza hecha
con brocha gorda, cuando se necesita bisturí” argumentan desde el Gremi.
En sus alegaciones a la
Ordenanza ZBE, el Gremi denuncia:
A. Ha habido una falta de voluntad para aplicar
las medidas de manera flexible y progresiva, decretando así una instauración
extensiva, permanente e indiscriminada de las limitaciones sobre un espacio
geográfico de 95 km2, que resulta ser el mayor de Europa, afectando a la
totalidad de la circulación interurbana, puesto que se extiende a los grandes
municipios colindantes con la ciudad de Barcelona. La exención del puerto y de
la Zona Franca (portuario) carece de justificación.
B. La restricción a la circulación impuesta a
los automóviles sin distintivo ambiental se hace, por el momento, de forma
indiscriminada, es decir:
Sin aplicar criterios
de proporcionalidad respecto al uso y la caracterización técnica del vehículo,
como son el kilometraje, la necesidad y las condiciones de la conducción, las
emisiones, los segmentos y el mantenimiento de los equipos anticontaminantes
instalados.
Sin prever un sistema
de autorizaciones y reconocimiento por adecuaciones y transformaciones con
incidencia en las emisiones a la atmósfera.
Sin reconocer la
idiosincrasia y la necesidad de una regulación específica para los vehículos de
dos ruedas (categoría L).
Sin atender al valor
patrimonial del parque de vehículos clásicos e históricos.
C. Falta de análisis del impacto sobre la
actividad económica de los talleres de reparación y mantenimiento de
automóviles, y sobre la prestación del servicio, como no considerar la prueba
de vehículos reparados y/o para diagnóstico, así como un insuficiente plazo de
régimen transitorio.
D. La modificación de aspectos esenciales de la
ordenanza se otorga a la Alcaldía, sin que se someta a debate por parte de los
grupos políticos.
E. El sistema sancionador y de gestión que
establece es con diferencia el más oneroso entre los que se han definido en
otras ciudades europeas de nuestro entorno.
F. Se empezó antes con la difusión pública que
con el debate. Aun así, no se han tenido en cuenta las recomendaciones del
informe del Defensor del Pueblo (Síndic de Greuges) que califica de arbitrarias
y discriminatorias las medidas restrictivas que afectan a personas y colectivos
concretos que, sin hacer un uso intensivo de los vehículos afectados, los
necesitan para sus actividades o circunstancias puntuales.
El Gremi insta al
Ayuntamiento de Barcelona a la reformulación con las siguientes demandas:
1) Introducir en la aplicación de la norma las
consideraciones de uso, por segmento automovilístico según tamaño y potencia, y
en función del buen mantenimiento de los sistemas anticontaminantes del
vehículo.
2) Introducir el reconocimiento e incluso la
promoción de las adecuaciones y transformaciones en vehículos, como en el caso
de Alemania, que cofinancia la instalación de filtros.
3) Establecer estrategias municipales estables
para el control y fomento de un mantenimiento responsable de los automóviles
que preserve el buen estado de sus sistemas anticontaminantes.
4) Exención a los talleres cuando circulen con
vehículos sujetos a una prueba dinámica de diagnosis o comprobación por orden
de encargo autorizada por el usuario del vehículo, así como preservación del
servicio de grúas y la asistencia en carretera.
5) Regulación específica para los vehículos de
dos y tres ruedas (categoría L), e incluso considerar una exención transitoria,
por su contribución favorable a la movilidad en relación a las emisiones que
aporta a las cifras globales.
6) Someter las futuras modificaciones de la
ordenanza a los controles previos propios de participación democrática del
Pleno del Ayuntamiento.
7) Reducción de los importes de las sanciones
previstas.
El Gremi trabaja para
sensibilizar a las autoridades respecto a la problemática de los talleres e
incorporar sus aportaciones a la mejora conjunta de la sostenibilidad de la
movilidad en la ciudad, esperando que en el próximo Plenario del Ayuntamiento
de Barcelona donde se debatirán las alegaciones, junto con otras que hayan
podido ser aportadas por otras entidades acreditadas así como ciudadanos, se
promoverán enmiendas que contribuyan a una adaptación menos traumática que la
propuesta actual.
Puede ver el documento remitido al ayuntamiento aquí.
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