“Ferry Porsche inventó un automóvil en 1948. Su nombre: 356 Roadster o "Número 1" para abreviar. Era el deportivo perfecto con el que había soñado, el que no podía encontrar en ningún otro lugar. Y fue el inicio de la era Porsche. Siete décadas más tarde, Porsche está a punto de comenzar su segunda encarnación: con el Taycan, comienza la era e-performance de Porsche”. Estas palabras de Oliver Blume, Director General de Porsche, resumen la transformación de la marca, un fabricante de deportivos puros que ahora va más lejos y ofrece también servicios adicionales de movilidad exclusiva y deportiva. Es como una especie de transición de un productor de hardware a una empresa integrada de hardware, software y servicios.
Esta nueva era mantiene los atributos clave de Porsche, pero adaptados a los nuevos tiempos. Por ejemplo, la orientación a un cliente que ahora demanda también nuevas tecnologías y quiere intensificar su experiencia con la marca y el producto. O la necesidad de ser líderes en tecnologías de electrificación, conectividad y digitalización para mantener el número uno en movilidad deportiva.
Oliver Blume deja claro que “Porsche está cambiando, pero nuestra identidad sigue siendo la misma. Y nuestras aspiraciones siguen siendo las de Ferry Porsche: el sueño del coche deportivo perfecto”. Lutz Meschke, Vicepresidente del Consejo de Dirección de Porsche AG como responsable de Finanzas e IT, añade que “Ferry Porsche, el hombre que fundó nuestra compañía hace más de 70 años, dijo que el último automóvil que se fabrique será un deportivo. Y yo espero que sea un Porsche”.
Renovarse sin perder la identidad: la filosofía Porsche 911
El Porsche 911 es un automóvil constantemente nuevo y, sin embargo, inmutable. Oliver Blume pone el ejemplo paradigmático de este modelo para explicar cómo es posible renovarse sin perder la identidad. “Dudo que haya otro automóvil como el 911, que se haya adaptado con tanta frecuencia y consistencia para cumplir con los requisitos de un deportivo moderno y, sin embargo, se haya mantenido tan inequívocamente fiel a sus valores internos y externos. En principio, el Porsche 911 es siempre el mismo coche deportivo, a pesar de nuestro compromiso inquebrantable con el progreso. Nuestra empresa trabaja exactamente de la misma manera”.
Renovarse sin perder la identidad es posible “si hay un principio de orden o estructura detrás de ello. La filosofía Porsche 911 es esa. La esencia de nuestra marca, que se puede encontrar en todos los Porsche, independientemente de si tienen dos o cuatro puertas, un motor eléctrico o no, de si es purista o lujoso. Este principio ha hecho de Porsche lo que es y lo que seguirá siendo”, añade.
Mucho más que un automóvil
El Taycan representa la entrada de Porsche en una nueva era y es mucho más que un automóvil, pues su influencia se extiende a todo un ecosistema: infraestructuras, redes de carga, fábrica, trabajadores, proveedores y clientes, que también contribuyen a un mundo más limpio a través de este modelo. Será el primero de una gama de automóviles eléctricos y el abanderado de todos los modelos electrificados de la compañía.
Sus logros y la perspectiva del tiempo le darán su lugar en la historia de Porsche, pero el Taycan nace con el objetivo de convertirse en un nuevo “clásico” de la marca. Su primera generación será vista en el futuro como la encarnación del cambio de paradigma de la industria del automóvil, desde el punto de vista de Porsche.
Su importancia para la marca también puede medirse económicamente. Desde la perspectiva de su impacto comercial, el Taycan tendrá unos elevados volúmenes de producción y un alto porcentaje en las ventas de la gama. Como ejemplo, las 600 unidades reservadas en España el primer año supondrán cerca del 20% de las ventas totales de Porsche en nuestro país para 2020.
Porsche ha anunciado una inversión de más de 6.000 millones de euros en electromovilidad hasta el año 2022. Se ha previsto que, de ellos, alrededor de 3.000 millones de euros sean en activos materiales y una cifra similar en costes de desarrollo. De estos últimos se emplearán unos 500 millones de euros en las variantes del Taycan, otros mil millones de euros para la electrificación e hibridación de la gama, varios cientos de millones para la expansión de las instalaciones y alrededor de 700 millones de euros más en nuevas tecnologías, infraestructura de carga y movilidad inteligente.
“Para una empresa de nuestro tamaño es un gasto considerable” reconoce Blume. “En la sede de Porsche en Zuffenhausen hemos invertido mil millones de euros en la construcción de una nueva planta para coches eléctricos. Este es probablemente el proyecto más ambicioso y arriesgado que hemos emprendido. Una fábrica dentro de la fábrica, con 1.200 nuevos puestos de trabajo”.
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