domingo, 23 de junio de 2019

SUZUKI PRESENTA SU ALIANZA CON LA FUNDACIÓN ATAPUERCA COMO APOYO A LA INVESTIGACIÓN QUE SE REALIZA EN LOS YACIMIENTOS

Suzuki Motor Ibérica ha cedido a la Fundación Atapuerca dos unidades de su nuevo Suzuki Jimny durante un periodo de seis meses para favorecer el trabajo que se desarrolla en el entorno de los yacimientos de la sierra de Atapuerca. La finalidad de esta colaboración es favorecer el mejor desarrollo de la preparación de las campañas de excavación y el desarrollo de las mismas.
La Fundación Atapuerca es una entidad sin ánimo de lucro con sede en la localidad burgalesa de Ibeas de Juarros, a 3 km de los yacimientos de la sierra de Atapuerca.



La Fundación nació para dar soporte a un proyecto de investigación científica sobre la evolución humana: el Proyecto Atapuerca. Los yacimientos de la sierra de Atapuerca comenzaron a tener especial relevancia científica y social a partir del hallazgo de los restos de la Sima de los Huesos en 1992, y del hallazgo, dos años después, de los restos humanos (de más de 900.000 años) que definieron una nueva especie conocida como Homo anteccesor. El Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA) recibió en 1997 el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica y en el año 2000 la UNESCO declaró a los yacimientos de la sierra de Atapuerca Patrimonio de la Humanidad. Para promover y contribuir a ese reconocimiento, el 26 de julio de 1999 se constituía la Fundación Atapuerca, por iniciativa de los tres codirectores del Proyecto: Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, con el objetivo amplio de respaldar y difundir el Proyecto Atapuerca. El 7 de julio de 2009 S.M. la Reina Doña Sofía inauguraba la Sede de la Fundación Atapuerca en Ibeas de Juarros (Burgos).
La sierra de Atapuerca es una pequeña elevación, de 1085 m s. n. m., situada a unos 15 km al este de la ciudad de Burgos. Se localiza en el borde nororiental de la Cuenca Cenozoica del Duero y forma parte de la orla mesozoica del Sistema Ibérico, como su último representante. Está separada del borde meridional de la Cordillera Cantábrica por un corredor tectónico, conocido como Corredor de La Bureba, que enlaza las depresiones terciarias del Duero y del Ebro. La sierra constituye un relieve positivo relacionado con un anticlinal tumbado SE-NO, compuesto por rocas mesozoicas, principalmente calizas y dolomías del Cretácico superior.
La evolución del paisaje en esta región está dominada por el desarrollo de superficies de erosión relacionadas con ciclos de erosión-sedimentación y ascenso durante el Neógeno, y el predominio de la incisión de los actuales valles fluviales durante el Cuaternario. El río Arlanzón, con 14 niveles de terrazas desarrolladas desde +92/+97 m del cauce actual, jerarquiza el modelado exterior así como la evolución de un importante sistema de cuevas multinivel.
Las cuevas de la sierra de Atapuerca forman una secuencia subhorizontal de tres niveles de conductos, colgados a 90, 70 y 60 m sobre el actual cauce del río Arlanzón. Este karst tiene 4,7 km de conductos explorados, entre los que destacan el Sistema de Cueva Mayor-Cueva del Silo, Cueva Peluda y Cueva del Compresor, así como las entradas colmatadas de las cavidades de Trinchera: Sima del Elefante, Gran Dolina y Complejo Galería.
Estas características muestran un paisaje de transición entre los dominios de montaña y llanura, con diversidad de biotopos, debido a su magnífica situación biogeográfica, en donde confluyen influencias mediterráneas, atlánticas y continentales, cuyo rico ecosistema, conservado en los rellenos de las numerosas cavidades, fue intensamente aprovechado por diferentes grupos humanos a lo largo del tiempo.
Desde 1978, el Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA) lleva a cabo excavaciones arqueopaleontológicas sistemáticas en los yacimientos de la sierra de Atapuerca. El EIA, integrado por más de 150 investigadores multidisciplinares, está dirigido por los doctores Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell. Las campañas de excavación son financiadas por la Junta de Castilla y León. La Fundación Atapuerca, en el marco de su labor de apoyo a la investigación, colabora en diversos ámbitos con la campaña.
Las campañas de excavación se desarrollan en la sierra cada verano, normalmente entre la segunda quincena de junio y finales del mes de julio. Durante esos 45 días, doctores, investigadores, doctorandos y estudiantes acuden a Atapuerca para excavar.
El nuevo Suzuki Jimny es un vehículo diseñado como el todoterreno ideal para una conducción exigente, sin olvidar el confort de los pasajeros que en su habitáculo encuentran un interior elegante y de calidad, preparado para las más duras condiciones del campo. Está alimentado por un motor 1,5 litros de 102 caballos de gran rendimiento y bajos consumos ajustándose a las nuevas y exigentes normativas mediomabientales. En materia de seguridad incorpora elementos que son bien venidos en su hábitat y en la ciudad como reconocimiento de señales de tráfico, alerta de cambio de carril y alerta antifatiga. El sistema de tracción a las cuatro ruedas AllGrip patentado por Suzuki le permite llegar con agilidad y precisión a los lugares más recónditos cuando se necesita.
La primera generación de Jimny hizo su debut en 1970 y desde su aparición hasta ahora, ha sido un referente de la tecnología 4x4 de Suzuki. Pequeño de tamaño y ligero de peso es un auténtico todoterreno que ofrece el comportamiento off-road que buscan los profesionales. Han pasado dos décadas desde que el modelo de tercera generación hiciera su debut en 1998 y, ahora, el Jimny ha evolucionado con casi 50 años de historia.
La cuarta generación de Suzuki Jimny personifica completamente el espíritu de sus predecesores y su concepto de ser un “4x4 pequeño y ligero sin igual”. Mejora tanto en aspectos de funcionalidad y practicidad como en comportamiento. El nuevo Jimny unifica simplicidad, belleza funcional y tecnología 4x4, que deja con ganas de más tanto a los profesionales del off-road como a los usuarios urbanitas. 
Por su parte, la Fundación Atapuerca tiene, entre otros objetivos, apoyar y dar soporte al Equipo de Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA) a través de ayudas para la investigación predoctoral y posdoctoral; difundir las investigaciones y hallazgos sobre la evolución humana (en especial los vinculados a los yacimientos de la sierra de Atapuerca) mediante el diseño y desarrollo de programas de divulgación científica, y contribuir a mejorar el entorno territorial donde se enmarcan los yacimientos de la sierra de Atapuerca. Como complemento a la financiación que la Junta de Castilla y León destina a las excavaciones, la Fundación Atapuerca coordina el funcionamiento de la campaña dándole respaldo organizativo, administrativo, económico, logístico, de mantenimiento, de comunicación y de organización de eventos.

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