- Solera atribuye esta caída al menor uso y rodaje de los vehículos
- Seis de cada diez superan la década de antigüedad en Euskadi
Los talleres del País Vasco facturarán 707,6 millones de euros en 2019, una
caída del 1,3% en comparación con el ejercicio anterior, según las previsiones
de Solera, tecnológica experta en el sector automoción, recogidas en el informe
“La descarbonización de la posventa vasca” presentado hoy en el marco de la
jornada anual de la Asociación de Empresarios de Automoción de Guipúzcoa (AEGA)
celebrada en San Sebastián.
Cuadro 1. ¿Cuánto ingresarán los talleres vascos en 2019?
Fuente: Solera España. * En millones de euros.
Solera atribuye este descenso de la facturación a un menor rodaje de los
vehículos pues la media de kilómetros recorridos en los primeros cinco meses
del año cayó un 2% en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior,
según datos de Solera. Esta circunstancia impacta directamente en la posventa
vasca, ya que cuanto menos se ruedan los coches menos pasan por el taller
(mantenimientos, etc.).
Y precisamente son los vehículos por debajo de cinco años los que
estuvieron más parados en lo que llevamos de año, hasta un 5% menos, cuando
estos son los más rentables para el taller al estar bajo garantía y cubiertos a
todo riesgo. Los más viejos, en cambio, apenas vieron rebajar los kilómetros
recorridos un 1%, y son los menos rentables para los negocios de reparación,
pues se les repara lo imprescindible para que puedan seguir circulando, siempre
y cuando el importe de la reparación sea menor a su valor real de mercado que
suele estar en un 90% del precio de compra.
A ello hay que añadir que seis de cada diez vehículos en suelo vasco
superan la década de antigüedad, un dato más acusado en Vizcaya, donde se
registra más de la mitad de la facturación de la posventa vasca, que en las
otras dos provincias.
Un envejecimiento del parque al que el Gobierno vasco ha querido poner
freno con un plan de achatarramiento, en vigor desde marzo, con incentivos a la
compra de vehículo nuevo sin discriminación alguna de la motorización. Así,
tomando mayo como el mes de referencia en una comparativa anual, debido a que
marzo y abril por el efecto calendario de la Semana Santa son poco
representativos, las matriculaciones registraron un alza del 3%, mientras que
en los dos primeros meses del año, cuando no había plan, las matriculaciones
registraron descensos a doble dígito.
Y es que para los talleres vascos supone un mayor desafío la antigüedad del
parque que la descarbonización de la movilidad, que repercutirá en un futuro y
en un contexto de parque electrificado con una caída de la facturación del 38%.
El motivo está en que un diésel o gasolina lleva 25 piezas más que un eléctrico
y, por tanto, desaparecen muchos mantenimientos. La irrupción del cambio de
batería, que tiene un coste medio de unos 11.000 euros, no conseguirá compensar
plenamente esta caída.
Según el responsable de Mercado Posventa de Solera España, José Luis Gata,
“la facturación de los talleres vascos caerá en 2019 debido a que se recorren
menos kilómetros en cada uno de los segmentos de edad. Así, pese a que hay más
coches nuevos y menos entre 5 y 15 años, menor kilómetros es menor carga de
trabajo para el taller, con el consiguiente impacto en la caja”.
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