domingo, 21 de abril de 2019

PEUGEOT Y EL VEHÍCULO ELÉCTRICO: UNA MARCA PIONERA

  • Con el lanzamiento del Nuevo Peugeot e-208, presentado mundialmente en el Salón del Automóvil de Ginebra, Peugeot se sitúa, de nuevo, a la vanguardia de la tecnología eléctrica, un sistema de propulsión sobre el que lleva trabajando décadas y al que ha aportado avances que han aumentado su competitividad como alternativa a los combustibles tradicionales.
  • En 1941, Peugeot se convirtió en la primera firma automovilística en comercializar un vehículo eléctrico con el lanzamiento del Peugeot VLV, un mini-cabriolet de dos plazas y 80 Km de autonomía pensado para asegurar servicios esenciales, como Correos o asistencia médica, en un contexto de escasez de combustible por la Segunda Guerra Mundial.
  • Tras esta primera incursión, la Crisis del Petróleo de los años 70 y 80 llevó a la Marca a recuperar sus estudios sobre movilidad eléctrica con modelos de serie como el Peugeot 104 o el Peugeot 205. Estos trabajos culminaron con el lanzamiento del Peugeot 106 eléctrico, entre 1995 y 2001. Ya en el siglo XXI, Peugeot volvió a ser un referente con la llegada del Peugeot iOn, en 2009 y el Peugeot Partner Electric, en 2014.



Tras su exitosa presentación en el Salón de Ginebra, el Peugeot e-208 se lanzará comercialmente como la versión “cero emisiones” del nuevo turismo urbano de la Marca, en el que se podrá optar, además, por motores gasolina y diésel convencionales.
El Peugeot e-208 comparte el estilo deportivo y atlético, la calidad y el cuidado por los detalles de las versiones con motor térmico. Cuenta, como ellas, con las funciones de ayuda a la conducción más avanzadas, gestionadas desde un puesto de conducción Peugeot i-Cockpit® con un cuadro de instrumentos elevado 3D. Aporta a la gama una alternativa “cero emisiones”, con una circulación silenciosa y una ausencia casi total de vibraciones.
Un automóvil muy distinto a su antepasado más remoto: el Peugeot VLV, nacido durante la Segunda Guerra Mundial para intentar esquivar las restricciones de combustible impuestas por las autoridades de ocupación alemanas. Presentado en mayo de 1941, este modelo fue la solución planteada por Peugeot para asegurar la movilidad de servicios como la atención sanitaria o la administración de Correos. Este mini-cabriolet contaba con 4 baterías de 12 V, que desarrollaban una potencia de 3,3 CV y se podían recargar en cualquier enchufe. El VLV tenía una autonomía de entre 75 y 80 Km y ofrecía una velocidad punta de 36 Km/h, lo que le convertían en un vehículo eminentemente urbano. En total, se fabricaron 377 unidades de este modelo, que lucía un rayo en el frontal, sustituyendo al tradicional León de la Marca. Las autoridades del régimen de Vichy prohibieron su producción en 1942.
Tras este primer acercamiento, hubo que esperar a la crisis del petróleo de los años 70 y 80 para que Peugeot recuperara el interés en la propulsión eléctrica. Esta vez, tomó como base el Peugeot 104 para crear un prototipo con el que se recorrieron 30.000 Km por año. Equipado con baterías Alstom, su gran inconveniente era la presencia de plomo. Ya en 1982, se realizaron con éxito pruebas en 20 unidades del Peugeot 205. Sus resultados abrieron el camino al desarrollo de una versión eléctrica del furgón Peugeot J5, de la que se entregaron 50 unidades a la petrolera ELF en 1989.
En 1995, la Marca dio un salto ambicioso con la comercialización de una versión eléctrica del Peugeot 106, que la convirtieron en líder mundial en esta tecnología. Con una velocidad máxima de 110 Km/h y la posibilidad de cargar un 80% de su batería en 2 horas (y el 100% en 6 horas) se convertía en una opción competitiva para entornos urbanos, pese a sus 80 Km de autonomía. Este modelo fue un precursor del car sharing, con la plataforma de vehículos compartidos Autolib, en la ciudad francesa de La Rochelle.
Ya en el siglo XXI, el Peugeot iOn recurre a las baterías de iones de litio para llevar más allá las prestaciones del vehículo eléctrico, con una autonomía de 150 Km, una maniobrabilidad y un tamaño ideales para el tráfico urbano. Esta misma tecnología se trasladó a los vehículos comerciales en 2014 con el Peugeot Partner Electric, fabricado en Vigo y con características similares a las versiones convencionales de este modelo: 3,7 m3 de volumen y 695 Kg de carga útil. En 2017, se lanzó el Peugeot Partner Tepee, enfocado a un uso familiar y de ocio.
Fruto del desarrollo de la nueva plataforma multienergía CMP, el Peugeot e-208 culmina, de momento, la larga e intensa relación de Peugeot con la movilidad eléctrica. Sus 100 Kw (136 CV) y sus 260 Nm de par pueden disfrutarse con 3 modos de conducción diferentes: Eco, que pone el acento en la autonomía, Normal, que ofrece un confort óptimo, y Sport, que ofrece las máximas prestaciones y sensaciones. En cuanto a la autonomía, sus baterías de iones de litio permiten recorrer hasta 340 Km, según el protocolo WLTP vigente, o hasta 450 Km, de acuerdo con las normas NEDC.

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