La octava generación del VW
Golf vendrá con funciones electrónica reducidas, al menos inicialmente, debido
a las dificultades en su desarrollo.
En estas funciones se incluyen
los sistemas de infoentretenimiento, información o navegación. El problema
principal en este sentido son los fallos en software, que al parecer según
documentación del fabricante alemán pasó de 2.310 en abril de 2018, 4.111 en
agosto y en la actualidad superarían los 15.000 errores, algo inadmisible. Para
acelerar el desarrollo, VW ha decidido colaborar más intensamente con las
empresas Bosch y Continental.
El principal problema para VW
es que pretende lanzar el Golf a finales de este año y las prisas no suelen ser
buenas, por lo que muchas funciones se implementarán en un futuro; se desconoce
si los modelos iniciales podrán ser actualizados con las funciones nuevas.
Por otra parte VW tendría un
problema con la producción de la nueva generación para este año, su intención
era producir 80.000 unidades este año, las cifras se han reducido a 10.000.
Otro de los motivos por lo que
VW quiere sacar al mercado cuanto antes la octava generación del Golf reside en
la pruebas Euro NCAP, y es que en 2020 serán más exigentes. Por ello, para
obtener las cinco estrellas sin ningún problema, en las pruebas de choque
quiere que sea sometidos en los actuales estándares y no los futuros.
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