- Opel, compañía automovilística líder en Europa, destaca tras su centenaria historia de éxito la excepcional labor de una mujer, Sophie Opel, una de las primeras empresarias industriales alemanas de la historia.
- Junto a sus hermanas y sus cinco hijos, fue la encargada de llevar a cabo la transformación de su factoría de máquinas de coser y bicicletas en una moderna fábrica de automóviles que conseguiría triunfar en todo el mundo.
Coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que, como cada año, se celebra el 8 de marzo, Opel reivindica la singular figura de Sophie Opel, toda una pionera de la industria automotriz europea, como fundadora de la primera fábrica en Alemania que produjo automóviles en serie.
Tras contraer matrimonio con Adam Opel, en 1868, Sophie Marie Scheller (1840-1913) decidió sumarse a los esfuerzos de su marido por sacar adelante una pequeña factoría en la que se fabricaban máquinas de coser y bicicletas. Aportando una inversión de 10.000 marcos, una suma astronómica procedente de un premio de la lotería conseguido por su padre, dio pie a la compra de una máquina de vapor que permitió a la joven empresa poner en marcha su producción.
Así, ya con el apellido de su esposo, Sophie Opel se convirtió en una de las primeras y más activas empresarias industriales de Alemania, al frente de una empresa que consiguió liderar el mercado de las máquinas de coser en Europa con una producción de 2.000 unidades anuales.
Tras el fallecimiento de Adam (1895), la conocida como ‘Mamá Opel’ fue la encargada, con la ayuda de sus hermanas Dorothée y Elisa, de sacar adelante las obras de Rüsselsheim, hasta completar su transformación en una moderna fábrica para producir automóviles Sistema Lutzman con patente de Opel que acabaría triunfando en toda Europa y convirtiendo a Opel en una marca reconocida en todo el mundo. Una mujer fuerte, emprendedora y enérgica que expandió la marca hacia una nueva era.
Sophie, convertida ya en la mayor accionista y cabeza de la compañía, que al filo del siglo XX contaba ya con más de mil empleados, tuvo también tiempo de inculcar su espíritu emprendedor a sus cinco hijos, Carl, Wilhelm, Heinrich, Friedrich y Ludwig, que acabarían tomando las riendas de los negocios familiares y convirtiendo el sueño de su madre en una realidad.
Desde hace años, ese mismo espíritu emprendedor de esta pionera de la automoción europea sigue impulsando a Opel en todos sus proyectos, con el esfuerzo como referencia y la excelencia como objetivo. Sophie Opel murió el 30 de octubre de 1913 en Rüsselsheim y su ataúd fue transportado por toda la planta como homenaje de sus empleados a esta gran mujer.
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