NO HABRÁ
EXCUSAS
Al final todo se circunscribe
a lo mismo. Somos unas frías y sencillas estadísticas. Unas veces los números
nos favorecen y otras bailan con la más fea. No he querido hacer mención a los
datos que nos ha facilitado el Ministerio del Interior, por entender que
después de las fiestas tendría oportunidad para estudiarlos, analizarlos y
sacar mis propias conclusiones.
En primer lugar, me ratifico, Pera Navarro, Director General de Tráfico,
debido a los números con los que nos hemos movido durante 2018, después de
sustituir a su antecesor, Gregorio Serrano, cogió el toro por los cuernos tras los
resultados que se encontró y empezó a tensar la cuerda tanto, que al final del
año ha bajado las cifras de víctimas en la carretera con respecto al año
anterior.
1.180
personas han perdido la vida en las carreteras durante 2108, lo que supone un
1,5% menos que el año anterior.
Suscribo las palabras de El
Dr. Luís Montoro, Catedrático de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia y
Presidente de la Fundación Española para la Seguridad Vial.
“PRIORIZAR
LA SEGURIDAD VIAL POLÍTICA Y SOCIALMENTE ES FUNDAMENTAL PARA DISMINUIR LOS
ACCIDENTES”
En la planificación de tres
pilares descansan sin duda los argumentos que hacen que LA SEGURIDAD VIAL en
nuestro país se tome de una vez en serio:
-
En el 2018 se ha logrado romper en las
carreteras la trayectoria ascendente de víctimas mortales por siniestros viales
que venía produciéndose desde 2014.
-
A pesar de que las nuevas medidas planteadas
por la DGT no se aplicaron en el 2018, el anuncio de las mismas, la mayor
presencia en los últimos meses de la seguridad vial en la agenda política y en
los medios de comunicación, parece haber favorecido las conductas seguras al
volante.
-
Se espera que los cambios anunciados sobre las
normas de circulación en el 2019, permitan continuar con el descenso de los
fallecidos y heridos graves.
Lamentablemente no tenemos
otra unidad de medidas estadísticas que las cifras reales de víctimas y heridos
en las carreteras de nuestro país, sin duda, en los ojos de familiares se
encuentra el resultado de sentimientos y dolor que sufren cuando padecen esa
otra unidad de medida sobre los accidentes:
Durante el año 2018 se han
producido 1.072 accidentes mortales en vías interurbanas, en los que han
fallecido en datos a 24 horas, 1.180 personas y 4.515 heridas hospitalizadas,
lo que supone un descenso en el número de fallecidos y heridos graves de -1,5%
y -7,6% respectivamente y un aumento del 0,7% en el número de accidentes
mortales.
Esta accidentalidad se ha
producido en un escenario en el que los desplazamientos han aumentado un 2%, el
parque de vehículos se ha incrementado en un 3%, situándonos en los 33,7
millones de vehículos y el censo de conductores ha crecido un 1%, situándonos
en 26,8 millones de conductores.
En relación con las
peculiaridades de la accidentalidad del 2018 en vías interurbanas, es de
destacar el aumento de fallecidos en las vías de alta capacidad y el hecho de
que el 20% de los muertos en autovías y autopistas hayan sido peatones
atropellados o conductores que se habían bajado de sus vehículos.
También llama la atención el
hecho de que el grupo en que más se ha incrementado el número de fallecidos en
accidentes de tráfico ha sido el de los mayores de 65 años, un colectivo sobre
el que todos los datos indican que es necesario actuar de manera urgente.
Un dato que se repite años
tras año: el 74 por 100 de los fallecidos se han registrado en carreteras
convencionales, principalmente por salidas de vía y colisiones frontales con
otros vehículos, siendo en todos los casos la velocidad una causa determinante,
al igual que las distracciones.
No hay que perder ni un minuto
para actuar, por eso algunas de las nuevas medidas, han comenzado a aplicarse a
partir del 1 de enero de 2019, otras harán a lo largo del primer semestre del
año:
Ø Entrará
en vigor la reducción de la velocidad en carreteras convencionales. El límite
de velocidad en este tipo de carreteras bajará a 90 km/h para turismos, motos y
autobuses, y a 80 km/h para el resto de vehículos. Hasta el momento en algunas
carreteras convencionales se podía circular a 100 Km/h. Esta medida viene
justificada por la alta siniestralidad en las carreteras convencionales
(aproximadamente el 77% de los muertos), la confusión frecuente entre las vías
en que se puede circulas a 90k/h o a 100k/h y la tendencia en la mayoría de los
países de Europa a aplicar esa velocidad.
Ø Modificaciones
en el sistema de obtención del permiso de conducir, con la introducción de
formación obligatoria teórica presencial (como se hace en el 80% de los países
de Europa), introduciendo nuevos contenidos formativos. Esta medida preventiva
es apoyada por más del 80% de los conductores españoles.
Ø La
infracción por utilizar el móvil mientras se conduce sin manos libres, aumenta
de los tres puntos actuales a seis. Ello se debe a que actualmente la
distracción es la primera causa de accidentes mortales, en especial por el uso
del teléfono móvil y del WhatsApp, muy por delante de la velocidad y del
alcohol y otras drogas.
Ø Los
elementos de seguridad en el vehículo también se encuentran en el punto de mira
de la DGT. No utilizar el cinturón de seguridad, los correspondientes sistemas
de retención infantil, o el casco, conlleva la pérdida de 4 puntos, uno más que
el año pasado. Los datos de los últimos cinco años, indican que más del 20%
muertos en las carreteras y más del 40% en las ciudades, no lo llevaban puesto
el cinturón de seguridad.
Ø Se
establecen nuevas formas para recuperar los puntos del carné. Se eleva el
número de puntos que se pueden recuperar por la superación de los cursos de
reeducación, pasando de 6 a 8 puntos. Se unifica a dos años el plazo para
recuperar el saldo inicial de puntos y desaparece la distinción existente hasta
ahora entre dos años cuando se habían cometido sanciones graves y tres años,
cuando constan sanciones muy graves.
Ø Se
abre otra posibilidad para recuperar puntos del carné: realizar cursos de
conducción segura, con los que se podrán obtener 2 puntos.
Ø También
la reforma contempla, implantar la velocidad máxima de 30Km/h en determinadas
vías urbanas como las de un único carril. Con esta medida, que se aplica desde
hace más de 30 años en muchos países de Europa, se pretende proteger a los
usuarios más vulnerables como peatones o ciclistas y mejorar la convivencia
vial.
Estoy convencido que con estas
medidas, y con la seriedad que hasta ahora se está tomando el Ministerio del
Interior, se podrán reducir el número de accidentes este año de forma
significativa, ahora bien, de nada servirán las nuevas normas, restricciones, e
incluso sanciones, si no somos, nosotros
mismos, RESPONSABLES cuando conducimos.
Con afecto y respeto, Sr.
Marlaska, NO se olvide de la EDUCACIÓN VIAL en las ESCUELAS, tampoco viene mal
planificar a largo plazo. Así, NO HABRÁ EXCUSAS.
Con mis mejores deseos,
Pepe Bejarano
todomotorsevilla@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.