viernes, 7 de diciembre de 2018

DAVID BATLLE, CENTRO TÉCNICO DE SEAT: “EL OBJETIVO ES SIEMPRE DAR UN SALTO DE CALIDAD”


Trabaja en el Centro Técnico de SEAT y es el responsable del seguimiento del desarrollo de diferentes modelos de la gama, como los SEAT León, Ateca y Tarraco. David Batlle lleva casi siete años trabajando en la marca española y es uno de los artífices del salto de calidad percibido en el nuevo SEAT Tarraco. 

Habla de forma pausada y transmite bien lo que hace, que no es fácil. Además, lo hace con modestia y sin anotarse ningún tanto, porque su función es comprobar que todos los departamentos hacen bien su trabajo y todo encaja perfectamente en el nuevo modelo. Por eso concluye esta entrevista zanjando que su éxito se mide cuando el usuario percibe que, en su conjunto, el coche representa un salto de calidad.



Batlle procede del sector ferroviario, donde estaba especializado en la seguridad y de ahí pasó a SEAT para trabajar como asistente del director de desarrollo de Vehículo Completo, en el departamento de desarrollo de Chasis; y, por último, como responsable de coordinación de desarrollo.

¿Qué es lo más importante de tu trabajo?
“Proporcionar el máximo agrado de uso del coche es el éxito del departamento. Que el conductor sienta el aplomo y la seguridad que transmite el coche, cuando cierras una puerta o cuando utilizas cualquier sistema. Todo debe encajar de forma perfecta, debe ser un conjunto equilibrado y homogéneo. Debemos probarlo todo antes y que se haya revisado ese funcionamiento. Coordinamos que se hayan realizado todos esos ajustes y que la calidad final del producto sea la que marca los altos estándares de SEAT. No es solo una parte, lo es todo: el bastidor, la electrónica, dinámica, pantalla, seguridad, conectividad, equipamiento… Tenemos reuniones y hablamos con los técnicos, vemos cuándo se van a realizar las pruebas y cuándo se van a comprobar los resultados y en función de estos tomamos medidas si fuera necesario”.

¿Cuánto tiempo lleva hacer algo así con un modelo nuevo como el SEAT Tarraco?
“Es complicado, porque no hay un tiempo preestablecido, sencillamente es un trabajo que hay que hacer. No podemos relajarnos, pero no pensamos en el tiempo, sino en la calidad. Hemos estado bastante centrados en el SEAT Tarraco los últimos dos años, pero no en exclusiva. El asegurarnos de que todas las innovaciones tecnológicas que llegan a SEAT cumplan con nuestros altos estándares de calidad y seguridad, que funcionen correctamente y conseguir que el cliente diga: “¡Qué buen coche ha hecho SEAT!”, es el objetivo. En muchos casos somos el último eslabón y eso supone una gran responsabilidad, pero también nos da una gran satisfacción”.

¿Cómo es el día a día en el departamento?
“Es ilusionante, más aún porque trabajas con todo el coche y no solo con una parte, a diferencia de otros departamentos. Pero lo cierto es que el día a día está cargado de reuniones, porque son muchos los sistemas a comprobar. No estamos en el I+D ni en los departamentos experimentales, todos ellos hacen muy bien su trabajo, y cuando nos llega a nosotros solo tenemos que comprobar y ajustar. Lo primero es la idea, luego el desarrollo y luego las pruebas, y hacer el seguimiento a ese desarrollo. Lo dicho, muchas reuniones con los técnicos, y muchas horas de comprobación y pequeños ajustes, pero el resultado vale la pena”.

¿Ha habido algún reto especialmente complicado de conseguir para el SEAT Tarraco?
“Ninguno, pero todo en su conjunto ha sido un inspirador reto porque es el tope de la gama SUV y de SEAT en este momento, y ese control de calidad ha sido, si cabe, aún más exigente. Son otros los departamentos que determinan la cantidad de insonorizante o la dureza de la dirección progresiva, por ejemplo; después, nosotros debemos escuchar a los responsables y probar la solución para dar nuestra apreciación de funcionamiento en su conjunto”.

Tanta electrónica de seguridad no debe ser fácil de encajar…
“Nada es fácil. Sin duda, la mayor complicación ha sido la enorme cantidad de sistemas de tecnología de seguridad y ayuda a la conducción. Pero al mismo tiempo eso nos hace sentir un gran orgullo por el excelente producto al que estamos ayudando a dar forma. Todos los sistemas deben trabajar en sintonía y eso lleva muchas horas de pruebas, hasta liberar funciones como el pre-crash, el emergency brake, el roll over, etc. Son muchas piezas, sensores y tantos sistemas, que el día que concluyes y dices “ya está”, te quedas muy relajado, es muy satisfactorio.
Después, la mayor recompensa, diría incluso que la guinda del pastel, es justamente ver la respuesta de los primeros probadores o los clientes cuando suben por primera vez al coche y nos felicitan porque va perfecto. Que se sientan seguros al volante, que sea un coche confortable, que aprecien que es robusto o que la dinámica es excepcional. Me gusta especialmente cuando vienen y me dicen: “Habéis dado un salto de calidad”. En los últimos modelos nos han dicho que nos hemos superado y soy consciente de que en este caso hemos vuelto a dar un salto adelante”.

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