ANIACAM quiere mostrar su
profunda preocupación por el ataque indiscriminado que está sufriendo el
vehículo con motor diésel por parte de algunos estamentos de la Administración,
creando una incertidumbre en el consumidor que ha provocado que, en lo que va
de año 2018, haya habido una disminución de las matriculaciones de los
vehículos diésel de un 6% sobre el año 2017.
En palabras del presidente de
ANIACAM, Germán López Madrid, tenemos que ir a una constante transformación del
parque automovilístico en España con vehículos respetuosos con el medio
ambiente, tratando de ir incorporando la motorización eléctrica al mercado.
Pero paralelamente, hasta que el vehículo eléctrico esté al alcance de todos
los usuarios, porque exista un infraestructura capaz de atender las necesidades
que se susciten y unos acumuladores de energía eléctrica que proporcione una
autonomía suficiente con recargas muy rápidas, hay que pasar una travesía en la
que sólo el diésel es el vehículo capaz de hacerlo, porque hoy el diésel euro
6, es un vehículo similar en contaminación al de gasolina, que es decir muy
poco contaminante y sin embargo, tiene la gran ventaja sobre éste de que emite
mucho menos CO2.
El presidente de ANIACAM,
Germán López Madrid, aboga por una mayor difusión de las ventajas del diésel
para conseguir llegar al vehículo eléctrico cuando todas las dificultades que
hoy tiene estén resueltas. Tanto los esfuerzos que la propia Administración
está haciendo para el desarrollo de una infraestructura de carga suficiente,
como la propia de la iniciativa privada para que los usuarios puedan atender
sus necesidades de carga en sus domicilios, así como la investigación y los
desarrollos que están haciendo los fabricantes de baterías y los fabricantes de
automóviles, conseguirán que esas dificultades que limitan hoy la compra de
vehículos eléctricos se resuelvan en un futuro a medio plazo. Pero para el
presente y el futuro inmediato se necesita proporcionar movilidad al ciudadano
y eso no se debe de conseguir con vehículos de motor de gasolina, que aumentan
la huella de carbono de forma considerable.
Los desarrollos de los nuevos
motores y las investigaciones que se están haciendo en los departamentos de I+D
de las marcas de automóviles (la adición de urea, los nuevos sistemas de
inyección y un largo etcétera), pronostican un rápido avance en los motores
diésel, que en un plazo breve, no van a emitir prácticamente ningún elemento
contaminante y van a conseguir disminuir, todavía más, la emisión de CO2.
“Pero si de verdad se quiere
hacer una transición ecológica en el sector del automóvil, la receta está en la
renovación del parque”, dice el presidente de ANIACAM, Germán López Madrid. Los
vehículos diésel anteriores al euro 5, aquellos que se matricularon antes de
2.009, son los verdaderos contaminantes, sobre todo en NOx y partículas y son
los que hay que ir retirando paulatinamente del mercado y desde luego, lo
anteriores al euro 4, que se corresponde con el año 2005 debería ser el
objetivo primordial marcado por todos para su desaparición. Medidas que
consiguieran la retirada paulatina de estos vehículos serían la que
conseguirían limpiar la atmósfera de los contaminantes que se le achacan a los
vehículos automóviles de forma indiscriminada.
Para ANIACAM, mal camino es el
de subir impuestos a los vehículos diésel o gravar con un impuesto el
combustible, porque empezaran a proliferar los automóviles de gasolina y
tendremos que soportar una mayor emisión de CO2 sin ninguna ventaja en cuanto a
contaminación de gases o partículas perjudiciales para la salud y, sobre todo,
estaremos eliminando la mejor alternativa al vehículo eléctrico hasta que éste
pueda estar plenamente operativo para las necesidades de movilidad de la
población.
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