Los golpes y rayones al
aparcar son una de las principales causas de desperfectos en los coches, algo
que se puede evitar con las protecciones adecuadas
Un elevado porcentaje de los
coches que acuden a talleres de chapa y pintura ha sufrido un percance en el
momento de entrar en un garaje o aparcar en un parking. Los garajes y parkings
cumplen con una función imprescindible de proteger los vehículos de las
inclemencias del tiempo y de otras cuestiones. Sin embargo, también pueden
convertirse en trampas por la dificultad para maniobrar en su interior y la
estrechez de espacios.
Es más que sencillo y habitual
que la carrocería se raye o abolle por estos motivos, lo que implica un
importante desembolso para recuperar el buen estado del vehículo. Para evitar
esta desagradable situación, existen productos destinados a salvaguardar los
coches, los protectores de garajes. Empresas como Termiser Protecciones están
especializadas en estas protecciones para garajes, capaces de evitar
desperfectos de todo tipo si se colocan de forma adecuada en los puntos más
conflictivos del espacio.
Qué tipos de protectores de
garaje existen y donde se colocan
Son básicamente dos los tipos
de protectores de garaje que existen. Aquellos que se fabrican en espuma de
poliuretano y los que se realizan en espuma de poliuretano reticulado. En ambos
casos, las piezas pueden crearse de varios espesores, dependiendo de las
necesidades de cada espacio y lugar.
Están principalmente diseñados
para su colocación en esquinas, columnas, paredes estrechas y paredes de cada
plaza de aparcamiento. Las zonas más conflictivas de los garajes y donde más
probabilidades hay de que un vehículo tenga un golpe o una rozadura.
Cuáles son las ventajas de los
protectores de garaje
La principal ventaja de las
protecciones para garajes es sin duda su capacitación para evitar que los
vehículos sufran daños en la carrocería. Pero no es la única. Son muchos los
beneficios de estos productos, que se pueden disfrutar desde el primer momento.
Son muy económicos y fáciles
de colocar, y su efectividad es del cien por cien. El tiempo de fabricación y
colocación es mínimo, por lo que todas sus ventajas se pueden disfrutar
rápidamente.
Además, pueden personalizarse
y ajustarse para cualquier zona, sea cual sea su forma. Se adaptan a paredes
planas, a esquinas y a columnas redondas y cuadradas.
La gran mayoría son además
ignífugos, por lo que no existe riesgo de que se quemen o de que propaguen el
fuego en caso de incendio.
La forma de aparcar es mucho
más segura gracias a estos elementos, y los usuarios ganarán en confianza y
seguridad, estacionando mejor y de forma más rápida y eficiente.
Son elementos destinados a
durar a largo plazo, puesto que incluso cuando reciben algún golpe, no se
deterioran con facilidad.
Incluso suponen una mejora
estética del garaje al aportar colorido y diseño al mismo. Una ventaja que no
es la más práctica pero que también ayuda a decidirse por estos elementos.
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