El McLaren Senna fue una de
las grandes sorpresas de la firma de Woking a finales del 2017. De hecho, hace
apenas unas semanas lo incluimos en la lista de los mejores súper deportivos
del año, una liga en la que juegan modelos muy selectos. Sin duda, 2018 será su
año, ya que tras su presentación oficial en el próximo Salón de Ginebra -abrirá
sus puertas a comienzos de marzo- saldrá al mercado, aunque las 500 unidades
que se van a fabricar están vendidas. Así que ya puedes romper el cheque de
850.000 euros que tenías preparado para acudir al concesionario y llevarte tu
ansiado McLaren
Otra vez será.
El McLaren Senna es una oda a
la aerodinámica, como bien refleja su carrocería llena de alerones, faldones, difusor
y demás aditivos que, más que estéticos, cumplen la importante misión misión de
mantener el coche pegado al suelo. Cabe destacar que este es el modelo más
liviano que la marca ha fabricado desde el McLaren F1, que fue el coche con el
que despegaron como fabricante de automóviles deportivos de calle.
Como curiosidad, su chasis
monocasco de fibra de carbono arroja en la báscula apenas 60 kilogramos; las
puertas apenas llegan a los 10 kg cada una y el enorme alerón que da apoyo a la
zaga se queda por debajo de los 4,8 kg (aunque soporta más de 500 veces su
peso). En total, 1.198 kilogramos de deportivo británico, listo para surcar el
asfalto a velocidad de vértigo.
Sus cifras son apabullantes.
Para moverse, el McLaren Senna recurre a un motor V8 sobrealimentado con dos
turbos, de 4 litros de cilindrada, que entrega 800 CV (a 7.250 rpm) y 800 Nm
(disponible en gran medida desde 3.000 rpm), y se asocia a un cambio automático
de doble embrague con 7 velocidades. Esta maravilla de la ingeniería mecánica le
permite acelerar de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y de 0 a 200 km/h en 6,8
segundos, alcanzar una velocidad punta de 340 km/h y, gracias a su potente
equipo de frenos con discos carbocerámicos, pararse completamente desde 200
km/h en 100 metros escasos.
Agresivo y extravagante por
fuera como él solo, el McLaren Senna esconde un habitáculo de diseño cuidado,
en el que destacan sus asientos de corte racing, sus toques de fibra carbono
vista su gran pantalla de formato vertical ubicada en la parte central de la
consola y un volante que tiene ni un solo botón para así evitar distraerse de
lo que realmente importa: conducir. O más bien pilotar, porque el hábitat
natural de este coche son los circuitos, que es donde realmente se le puede
sacar partido a sus posibilidades.
En fin, que lo que empezó
siendo el 'Project 15' hace un par de años, se ha convertido ya en realidad y
está a punto de ver la luz. Y lo hará a un precio tan estratosférico como sus
propias aspiraciones. El McLaren que rinde homenaje al piloto de F1 más
aclamado de todos tiempos ya es casi una leyenda antes de pisar el asfalto.
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