Este atributo está en el
centro de todas las operaciones de Toyota, con el objetivo de ofrecer productos
y servicios siempre mejores a los clientes.
Principios como ‘El cliente es
lo primero’, ‘La calidad es lo primero’ y ‘Genchi Genbutsu’ —ir a la fuente, a
ver sobre el terreno, al origen— se establecieron ya desde la fundación de
Toyota en 1937.
Los nuevos modelos de Toyota
son sometidos a estrictas pruebas en todo tipo de condiciones, para así
garantizar que todos ellos cumplen con los elevados estándares de calidad de la
compañía.
Las pruebas de conducción
real, por territorios de todo tipo y en toda clase de condiciones, han cubierto
la distancia equivalente a 40 vueltas al mundo en los últimos cinco años.
La calidad como concepto
positivo, que describe cómo de bueno es un producto o servicio, forma parte del
ADN de Toyota. Y es así desde su origen, cuando hace más de 80 años, allá por
agosto de 1937, Kiichiro Toyoda fundara Toyota Motor Company, germen de Toyota
Motor Corporation (TMC).
Toyota sitúa la calidad en el
centro de todas sus operaciones, con el principio de kaizen —término japonés
que significa mejora continua— siempre como guía de actuación de todos y cada
uno de sus empleados. Introducir continuamente mejoras para poder ofrecer
siempre los mejores productos y servicios a los clientes es parte del día a día
de todos los trabajadores de Toyota.
Así, cada uno de los miembros
de la familia Toyota es consciente de la importancia de ir al siguiente paso
del proceso siempre con el máximo nivel de calidad, detectando cualquier mínima
irregularidad, de forma que es posible afrontar cualquier incidencia, en caso
de que se produzca, justo en el momento en que sucede y evitar que llegue a
convertirse en algo más grave. Este enfoque se aplica en investigación y
desarrollo (I+D), producción, ventas, posventa… en todas las actividades de
Toyota.
Responsables de calidad en
cada región donde opera Toyota supervisan constantemente los resultados en
torno a este valor, lo que permite aprender, obtener valiosas lecciones e
introducir mejoras, en un proceso de mejora continua para lograr uno de los
grandes objetivos de la compañía: fabricar siempre mejores coches —Always
Better Cars—.
Toyota aplica cuatro procesos
relacionados con la calidad:
Prevención avanzada para
evitar que se produzca cualquier incidencia
Prevención a tiempo para
atajar cualquier irregularidad antes de que llegue al cliente
Detección y resolución
tempranas para resolver la incidencia rápidamente
Prevención de concurrencias
para que no se repita la irregularidad o incidencia
Así, estos cuatro procesos han
permitido que Toyota sea hoy día referencia en el sector de la automoción en lo
que a calidad se refiere, una reputación a nivel mundial que se complementa con
el reconocimiento por parte de sus clientes.
La visión de la calidad de
Toyota se basa en la filosofía Jikotei Kanketsu o el asegurar que no se
producen defectos que se puedan transmitir al siguiente proceso. El objetivo es
lograr ‘cero defectos’ en todos los procesos productivos, un concepto
claramente visible en el Sistema de Producción Toyota —Toyota Production System
(TPS)— en el que todos los trabajadores se responsabilizan de la calidad de su
trabajo.
De esta forma, cualquier
empleado que detecte una irregularidad en un componente o proceso puede lanzar
una alerta, llegando incluso a detener una línea de producción para poder
hallarla y aplicar rápidamente una solución. El resultado: un nivel de calidad
constante en todas las fases de cada proceso.
Además, y como parte de la
filosofía ‘El cliente es lo primero’, en
el ADN de Toyota desde su fundación, cualquier incidencia que pueda tener o
detectar un cliente de Toyota es prioritario para la compañía, que a través de
diferentes procedimientos escucha lo que sus clientes tienen que decir,
aprovechando sus opiniones y experiencias para introducir mejoras.
Tradición
Gran parte de los procesos y
actividades que se llevan a cabo en todas las plantas de producción y oficinas
de Toyota alrededor del mundo para garantizar el máximo nivel de calidad en
todas las operaciones, servicios y productos son parte del ADN de la compañía,
forman parte del método de trabajo desde su origen, antes incluso de que Toyota
fabricara automóviles. Toyota se enorgullece de estas tradiciones y seguirá
desarrollándolas y mejorándolas para adaptarse así a los nuevos desafíos que se
planteen.
Los principios que guían el
sistema de control de calidad de Toyota, como ‘El cliente es lo primero’, ‘La
calidad es lo primero’ y ‘Genchi Genbutsu’ —ir a la fuente, a ver sobre el
terreno, al origen—, fueron establecidos desde la fundación de la compañía.
Esos principios se han ido transmitiendo, aplicándose en todos y cada uno de
los niveles organizativos de la estructura de Toyota, desde las fábricas a la
Dirección Ejecutiva.
Diseño y producción
Integrar la máxima calidad en
todos los modelos de Toyota es algo que arranca en la primera fase de
desarrollo de todos ellos, el diseño inicial.
Cada nuevo modelo se somete a pruebas muy estrictas, con modelos
informáticos, test en laboratorio y miles de kilómetros de conducción en
condiciones reales y en las condiciones más extremas, con más de 100ºC de
diferencia en las pruebas en los territorios más fríos y más calurosos. En los
últimos cinco años, las pruebas a los nuevos modelos de Toyota han cubierto la
distancia equivalente a 40 vueltas al mundo.
En el desarrollo de productos,
Toyota analiza y estudia hasta el más mínimo detalle en busca de posibles
incidencias para así poder compartir conocimientos y experiencia entre los
diferentes equipos técnicos de cada centro de diseño y fabricación, repartidos
por todo el mundo. Las estrictas normas y los procesos consolidados que se
aplican permiten a Toyota sentar las bases de los máximos estándares de
calidad, incorporamos en cada paso del proceso de desarrollo y producción de
cada modelo.
Los métodos de fabricación se
han sofisticado, los automóviles son cada vez más complejos y las expectativas
y necesidades de los clientes han evolucionado en todo el mundo, lo que ha
obligado a Toyota a aplicar la mejora continua en todos sus procesos,
conocimientos y productos para conseguir así la mejor calidad en todas y cada
una de sus actividades.
Fabricar vehículos de la
máxima calidad requiere de procesos de producción de gran precisión y de unos
trabajadores con grandes capacidades y aptitudes. Por ello, Toyota invierte
notablemente en fabricación y formación, obteniendo así los métodos y las
personas adecuados para asegurarse de que sus productos y servicios cumplen con
los exigentes requisitos.
Controles de calidad
Cada uno de los millones de
vehículos Toyota que anualmente salen de las líneas de producción de sus
diversas plantas de producción es sometido a miles de verificaciones diferentes
por parte de los equipos de control de calidad Toyota. Así, se lleva a cabo una
secuencia de más de 2.000 verificaciones en cada vehículo para garantizar la
seguridad, el rendimiento y la calidad estructural de cada uno de ellos.
Además, la calidad es el tema
central de todos los programas de formación que lleva a cabo Toyota, tanto en
la formación inicial que reciben los nuevos trabajadores como en el desarrollo
de habilidades de los empleados más experimentados. Toyota ofrece 350 días de
formación cada año a sus empleados.
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