Muchos amantes del motor y de
Peugeot probablemente se hayan preguntado por qué todos los modelos actuales de
la marca se han detenido en números terminados en 8. Estrategias de mercado,
onomásticas, orígenes sorprendentes, temas culturales, relación con fenómenos
destacados… muchas son las curiosidades que intentan descifrar esta elección de
Peugeot
Hasta hace 10 años
aproximadamente, todos los modelos de Peugeot aumentaban el último número de su
denominación de uno en uno para distinguir las nuevas generaciones de las
anteriores. Una tónica habitual que paró de forma repentina en el número 8,
estando este presente en los últimos modelos de la marca: el Peugeot 3008, el
5008 y el nuevo Peugeot 308.
Aunque probablemente esta
elección se deba al significado del propio número en sí, que está ligado al
poder, la energía y la realización, muchos son los motivos que se han comentado
y que han llevado a la marca a parar en ese número, pero ninguno es el exacto.
Hay una corriente que aboga
por temas de mercadotecnia, ya que en la cultura china el número 8 es el de la
buena suerte puesto que la forma de pronunciación es muy parecida a la de la
palabra que significa riqueza y prosperidad. De hecho, los Juegos Olímpicos de
Pekín fueron inaugurados el 8 de agosto de 2008 a las 8 de la noche con 8
minutos y 8 segundos y hay mucha gente que paga cantidades desorbitadas de
dinero por elementos que terminan en 8, como casas en ese número de una calle o
coches de segunda mano con ese número en la matrícula.
También puede ser por un tema
de relacionar la marca con el origen del hombre, ya que hay muchas personas que
en la cadena de ADN de la que están hechos todos los seres vivos ven una gran sucesión
de ochos, o bien porque es el número atómico del oxígeno.
Esta concepción humanista del
motivo por el que Peugeot eligió el 8 para terminar las denominaciones de sus
vehículos también se puede apoyar en el hecho de que en algunos modelos como el
Peugeot 2008, el 3008 y el 5008, ese doble cero puede parecer el símbolo de
infinito, una realidad que siempre ha sido motivo de estudio por el hombre y
que casaría con el 8 final, que para la astrología representa el universo.
Por supuesto, hay otras curiosidades
con el 8 como protagonista en las que algunas personas se han basado para
cimentar esta cotidianeidad de Peugeot en sus modelos: 8 es el número de
humanos en el Arca de Noé; es el número de renos del trineo de Papa Noel, ahora
que llega la Navidad; es el número de peones en el ajedrez; es el número de la
bola negra del billar; ocho tentáculos tiene el pulpo, 8 patas y 8 ojos la
araña; 8 es el número 1.000 en la notación binaria; es el número de aristas y
vértices de un cubo….
Hay millones de teorías,
inclusive una que hace referencia al rectángulo áureo, esa sucesión de números
que debemos a Leonardo de Pisa, más conocido como Fibonacci y que, entre otros
aspectos, definen lo que se llama como “divina proporción”. Esta teoría se basa
en que uno de los números de esta sucesión es el 8, lo que intuye la búsqueda
de Peugeot por esa proporción idónea en sus vehículos.
Esta corriente de opinión que
se apoya en el tema de la proporción y la simetría perfecta también esgrime que
el número 8 puede ser colocado de manera vertical u horizontal, pero al
reflejarlo en un espejo, volverá a su forma original. Es el único número considerado
perfecto a nivel simétrico, lo que apoya la teoría de que Peugeot ha utilizado
este número para que todo el mundo vea fenomenalmente la denominación de cada
modelo desde cualquier punto de vista.
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