DISFRUTAR CON RESPONSABILIDAD

Que no seamos incapaces de decir “no” no
significa que no hagamos de padre y no de “amiguetes” cuando estamos con ellos.
Tenemos la oportunidad de disfrutar con ellos y de realizar una labor
pedagógica (tan denostada últimamente) mientras disfrutamos de su compañía, ya
sea con un balón de por medio, (no solo del fútbol vive el hombre) o de un
paseo en bici, en el ciclomotor o motocicleta.
Me consta, que como adultos
que somos, sabemos ¿quién es el paquete más frágil?
Actualmente es común ver
ciclistas y motoristas con sus hijos a bordo. Por la propia seguridad del
conductor y sus pequeños pasajeros, es necesario conocer y respetar las normas
específicas del transporte de menores sobre dos ruedas.
El Reglamento General de
Circulación establece que un conductor mayor de edad puede transportar en
bicicleta a un menor de hasta siete años, que debe llevar casco e ir en un
asiento adicional homologado.

De vez que cuando, no está
nada mal repasar la legislación vigente para estar al día de la nueva normativa
de seguridad que nos advierte de los cuidados y los puntos de atención que
tenemos que tener en cuenta a la hora de disfrutar de nuestro hijos realizando
algo tan simple y sencillo como es pasear en un vehículo de dos ruedas.
Qué conste, que no he
pronunciado la palabra SANCIÓN o MULTA, solo RESPONSABILIDAD.
Cómo llevar a un niño en moto
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Manejar una moto con un niño
de 'paquete' no requiere una conducción especial, solamente tomar ciertas
precauciones acordes a la fragilidad de nuestro acompañante:
1. Menos fuerza. Los niños no
tienen la misma capacidad de agarrarse al conductor. Un asiento para niños, o
al menos un respaldo –existen baúles que lo llevan incorporado–, puede ser un
accesorio muy recomendable.
2. Cuidado con las inercias.
Las arrancadas en moto pueden ser bruscas: si hay un niño detrás, mucho tacto
con el embrague, el gas y el freno.
3. Apoyos. La norma establece
que el niño debe ir bien apoyado, a horcajadas y con los pies en los estribos
para evitar que caiga hacia los lados.
CONCLUSIÓN:
Disfrutar de nuestros hijos y
de su compañía, compartir pocos momentos de ocio, nos hacen ser más responsable
si cabe, protegiéndonos y protegiéndolos de posibles accidentes que se pueden
dar.
Es verdad, “que ningún padre
quiere hacerle daño a su hijo conscientemente”, pero, a veces actuamos con una
falta de responsabilidad hacia ellos, solo por no contrariarlos.

¿A que juegan? Son
conscientes de su actitud para con sus
hijos, por consiguiente por ellos mismos. Es evidente que no.
Por eso, nuestra reflexión de hoy: disfrutar
de los nuestros con precaución, y disfrutaremos al cien por cien de nuestras
actividades.
Y lo que puede ser un día con sobresaltos, será un día espléndido,
donde al final podremos brindar con ellos con un refresco.
Y nosotros, sí no vamos a
conducir más, con un BOTELLÍN BIEN FRESQUITO, o un tinto de verano.
Lo importante es pasarlo bien.
Ese es nuestro deseo de
hoy para todos vosotros.
PpBejarano
Publicado 5 de Agosto de 2016
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