La entrada de la normativa
Euro4 provoca un descenso en las matriculaciones en Sevilla en la primera mitad
de 2017. Por contra, remonta la venta de los vehículos de segunda mano en la
ciudad
Los datos que arrojan las
ventas de motocicletas en 2017 en Sevilla en comparación con 2016 no son
buenos. Según la Asociación Nacional de Empresas del Sector Dos Ruedas
(Anesdor), este año han descendido las ventas de motos un 12,91 por ciento, un
descenso en las ventas de cerca de 400 motos. Al respecto, el secretario general
de Anesdor, José María Riaño, se mostró preocupado en unas declaraciones para
este periódico sobre las ventas de motos en el mercado español. Cierto es que
destacó la subida en las ventas de los ciclomotores, los cuales no se han visto
perjudicados por la normativa Euro4.
«Los datos de matriculaciones
en los siete primeros meses del año ponen de relieve que el mercado continúa
afectado por el incremento en el coste medio de los nuevos modelos de
motocicletas Euro4». En lo que respecta al mercado andaluz, Riaño aseguró que
«el comportamiento de las ventas de motocicletas es muy similar al del conjunto
del Estado, con un descenso incluso por debajo de la media, a excepción de
Sevilla». El contrapunto a estos datos lo pone el mercado de ciclomotores: «El
crecimiento de estos vehículos en Andalucía duplica al de España, con 3.462
unidades matriculadas en lo que llevamos de año: un 49 por ciento más que en el
mismo periodo del año pasado», matizó el secretario general. Por esta razón,
Riaño avisa de que «el actual ritmo de matriculaciones sigue siendo
insuficiente para completar la necesaria renovación de nuestro parque de
motocicletas.
La preocupación parece que
llega para quedarse por un tiempo en este mercado y desde esta asociación
muestran su preocupación porque «esta caída de las ventas agrava los problemas
de antigüedad del parque de motocicletas, cuya media de edad se sitúa en 14,7
años a nivel estatal, con el impacto negativo que ello supone para el medio
ambiente y la seguridad vial». En este sentido, la entidad urge a la
Administración «la puesta en marcha de medidas que fomente la adquisición de
vehículos nuevos, frente a los de ocasión, y que permitan la renovación del
parque».
Otro de los factores que
afectó al comienzo del año fue la liquidación del fin de serie Euro3. Esta
última influencia adelantó las ventas al mes de diciembre con más de un 80 por
ciento en las ventas con respecto al mismo mes de 2016 y resistiendo así el
arranque de 2017.
A pesar de estas bajadas en
las ventas, el secretario general de Anesdor, José María Riaño, valora
positivamente la entrada de la normativa Euro4 porque «garantiza un impacto
positivo de la moto en la sociedad: el respeto al medio ambiente y la máxima
seguridad». Algo que han introducido las marcas en los nuevos modelos de 2017,
«son más respetuosos con el medio ambiente –con una reducción de hasta un 60
por ciento de las emisiones– y más seguros porque incorporan de forma
obligatoria sistemas avanzados de frenada», destaca Riaño.
¿Quién se beneficia?
Se les suele llamar los
grandes visionarios del mercado. Esos que ven más allá y se anticipan a los
movimientos de los gustos y/o necesidades de la ciudadanía.
Pocos son los que en Sevilla
han apostado por el mercado de segunda mano, pero hay empresas que vieron un
filón de negocio para lo que se avecinaba. De hecho, este mercado ha crecido
mucho en los últimos años, tanto que muchos han decidido volcar su negocio en
esta dirección. Otros incluso, han apostado por crear empleo y acaparar tanto
las ventas de motos nuevas como las de Segunda Mano. Son, quizás, estas
empresas, las que más han crecido en los últimos años.
Desde portales web donde los
particulares anuncian sus productos hasta empresas especializadas en las ventas
de segunda mano. Son las empresas las que más confianza dan al consumidor, pues
la ley les obliga a dar una garantía de 12 meses –siempre que se haga un buen
uso de los vehículos y se cumplan sus revisiones–.
El precio es otro de los
reclamos de las ventas de motos de Segunda Mano, pues el trecho entre el precio
de éstas y las motos nuevas oscilan hasta en 2.000 euros. Un motivo más para
apostar por las motos usadas y no por el mercado nuevo. Por esta razón,
clientes y empresas han reclamado a las instituciones ayudas que apuesten por mejorar
el parque de motocicletas de las ciudad de Sevilla, la ciudad de las dos
ruedas.
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