Está claro que una de las
consecuencias de la crisis económica es que las personas cada vez buscan más
vías de mejora de su situación económica. Una de ellas, es acudir el mercado de
segunda mano a vender las cosas que, aún siendo servibles, ya no utilizan. Es
el caso de los coches
Está claro que una de las
consecuencias de la crisis económica es que las personas cada vez buscan más
vías de mejora de su situación económica. Una de ellas, es acudir el mercado de
segunda mano a vender las cosas que, aún siendo servibles, ya no utilizan. Es
el caso de los coches.
Un claro ejemplo de que el
mercado de segunda mano vive uno de sus mejores momentos es el número creciente
de personas que se deciden a vender sus coches contando con los servicios de
una gestoría de transferencia de vehículos. En este mercado se da una situación
curiosa: la mayoría de los coches que se compran y se venden tienen más de 10
años de antigüedad. Sólo durante el mes de mayo se vendieron en España un total
de 167.224 turismos, un 17% más que en el mismo mes de 2016. Un incremento muy
superior al que se ha vivido en el mercado de venta de coches nuevos. Según datos
de la Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos (Ancove), el mes pasado
casi el 60% de los coches de segunda mano vendidos con la intermediación de
profesionales como los de Gestoria L. Estébanez superaban los 10 años.
De todos modos, la mayor
subida de ventas, un 27% se registró en los modelos de entre 0 y 5 años. Los
vehículos kilómetro cero adquiridos por los propios concesionarios tienen cada
vez más peso. En el caso de los coches de entre 0 y 10 años, el 79% tienen su
origen en empresas como concesionarios o empresas de renting. En cambio, en lo
relativo a los modelos de más de 10 años, la compra-venta entre particulares
representa el 65% del total de vehículos que se revenden en el mercado. En la
mayoría de los casos las ventas son realizadas por personas que no son
profesionales. Dicho de otro modo, se dedican a la reventa de turismos sin
garantías e incumpliendo con obligaciones legales o fiscales. Muchos de estos
vehículos no han pasado la ITV o tienen multas pendientes. Desde las gestorías
especializadas en la transferencia de vehículos insisten en que muchos de estos
coches tampoco pasan los controles necesarios en materia de emisiones
contaminantes o seguridad vial. Recuerdan que la opción más recomendable
siempre será comprar o vender un coche usado a través de un profesional
enmarcado dentro de un concesionario. No sólo para evitar problemas con las
autoridades, sino para no adquirir un coche que no reúna las condiciones
mecánicas o de seguridad necesarias.
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