Cuando Porsche se plantea
desarrollar el concepto Cayenne, piensa en un coche que sea capaz de llegar a
cualquier parte, de superar cualquier obstáculo por difícil que se presente y,
al mismo tiempo, que ofrezca todas las cualidades de un vehículo familiar para
transportar con exquisito confort a sus ocupantes y sus respectivos equipajes.
En definitiva, busca construir un modelo lujoso, capaz y muy cómodo en el día a
día. Pero a todas esas premisas había que añadir una básica, una sin la que el
mejor todoterreno carecería de sentido dentro de la gama Porsche: la
deportividad con mayúsculas. Por encima de todo, un Porsche sólo es genuino si
cuando nos ponemos al volante nos transmite sensaciones especiales, si su
conducción nos emociona.
Un Porsche tiene que tener un comportamiento en
carretera intachable y unas prestaciones excepcionales. Y todo, absolutamente
todo eso, lo tiene el Cayenne. ¿Qué otro todoterreno es capaz de bajar de los
ocho minutos el tiempo por vuelta en el viejo trazado de Nürburgring, conocido
como el Infierno Verde? Por eso el Cayenne es, sin duda, el "coche
total".
Historia de un modelo que ha
hecho historia En junio de 1998, Porsche anuncia de forma oficial la
fabricación del primer todoterreno de su gama, el Cayenne. En un principio se
genera un gran revuelo entre porschistas y medios de comunicación, pues no encajan
muy bien la idea de que una marca especializada en vehículos deportivos amplíe
su oferta con un coche de estas características. Sin embargo, el tiempo
terminará dando la razón a la firma de Stuttgart y, cuando se empiezan a
entregar las primeras unidades, en diciembre de 2002, las opiniones van tomando
un cariz mucho más positivo. Los primeros periodistas que acuden a la
presentación internacional del modelo, celebrada en Jerez de la Frontera,
quedan gratamente impresionados no sólo de las aptitudes offroad del Cayenne,
que sorprenden a todos, sino de su comportamiento en carretera, más propio de
un deportivo que de un automóvil de estas dimensiones. Y lo mismo ocurre con
los clientes más fieles a la marca: una vez que se ponen al volante, se olvidan
de las críticas y tienen que reconocer que "se trata de un verdadero
Porsche".
El éxito del Cayenne,
construido en la nueva planta de Leipzig, supera las expectativas más
optimistas. En menos de año y medio ya se han fabricado 50.000 unidades y en
los quince meses siguientes la cifra llega a las 100.000. Las ventas siguen su
ritmo imparable y, a finales de 2006, cuando sólo han pasado cuatro años desde
la salida al mercado del modelo, llega el momento de su primera puesta al día.
Con aquel remodelado Cayenne se
produce otro hito en la historia de Porsche, un hecho que también sería
controvertido, que es la aparición de una variante con motor diésel, en
diciembre de 2008. Sin embargo, los expertos del sector se vuelven a rendir a
las evidencias y no pueden dejar de reconocer que se trata de una mecánica de
gasóleo excepcional, silenciosa, brillante en su respuesta y con unos consumos
insospechados para un Porsche. Los ingenieros vuelven a pasar la prueba con
nota y la aceptación del Cayenne Diesel hace que se convierta en la versión más
vendida de la familia en muchos mercados.
En marzo de 2009 son ya
250.000 los Cayenne construidos y un año más tarde se produce la primera, y
hasta la fecha única, gran renovación del modelo. Lo más destacado de esa
segunda generación fue el estreno de la primera variante con propulsión
híbrida, que disponía de un sofisticado sistema que trabajaba en paralelo con
el motor de combustión. El Cayenne S Hybrid es una auténtica revolución. Con la
suma del motor eléctrico y del V6 3.0 de combustión consigue una potencia total
de 380 caballos y un par de 580 Nm a sólo 1.000 revoluciones. Pero lo mejor es
que, a sus espectaculares prestaciones, unía un consumo medio increíble en esta
época: 8,2 litros cada 100 kilómetros, que se traducían en unas emisiones de
CO2 de apenas 193 g/km.
Aquella segunda generación,
que con otra actualización a mediados de 2014 se mantiene vigente hasta
nuestros días, aumentaba su distancia entre ejes en 40 mm, lo que suponía un
espacio extra y mayor confort en el interior. Pero a pesar de sus alargadas
dimensiones exteriores, esa segunda generación del Cayenne tiene un aspecto más
compacto y es más dinámica porque, además, reduce su peso en más de 150 kilos,
dependiendo de las versiones. Y también, con un asiento trasero que se desplaza
longitudinalmente 160 milímetros y su respaldo reclinable en tres posiciones
diferentes, gana claramente en versatilidad.
Coincidiendo con la puesta al
día llevada a cabo hace casi tres años, el Porsche Cayenne recibía una eficiente
versión híbrida enchufable, que volvía a situarle como pionero en el segmento
de los SUV premium, donde nadie hasta ese instante había llegado tan lejos. Con
posterioridad, otros muchos fabricantes apreciaron rápidamente las ventajas de
este concepto en un coche con esas características... y siguieron su estela.
En total, el todoterreno
grande de Porsche ha tenido veintiuna motorizaciones diferentes en sus dos
generaciones. En la gama ha habido motores de seis y ocho cilindros,
propulsores atmosféricos y sobrealimentados y mecánicas de gasolina, diésel e
híbridas.
Año a año, el Cayenne sigue
recibiendo pequeños cambios que no sólo afectan sutilmente a la estética del
producto, sino que suponen una demostración de la capacidad tecnológica de
Porsche, que en cada entrega sigue afinando y perfeccionando el modelo,
haciéndolo más ágil y confortable, más rápido y eficiente, más bello y
poderoso. Este coche es un ejemplo de cómo Porsche se está reinventando
siempre, pero sin dejar de ser fiel a sí misma. El Cayenne es la simbiosis
perfecta entre tradición e innovación, es el más deportivo de los SUV y es un
verdadero Porsche. Es el "coche total".
El Cayenne es una historia de
éxito única en Porsche. Este vehículo, el primero de cuatro puertas realizado
por la empresa alemana, hizo realidad la idea de un deportivo en el segmento de
los SUV y, como hemos visto, estableció nuevos estándares ya desde el comienzo.
Sus ventas han mantenido una progresión ascendente a lo largo de estos más de
catorce años de comercialización y hoy está presente en más de 125 países. Se
empezaron haciendo 70 unidades diarias y ahora esa cifra se ha multiplicado por
cinco debido a la fuerte demanda, lo que supone que están a punto de superarse
las 800.000 unidades fabricadas. El Cayenne no sólo ha impulsado el crecimiento
de Porsche, hasta convertir a la marca en una de las más rentables del sector
del automóvil, sino que ha sentado unas bases económicas sólidas para poder
invertir en futuras generaciones de deportivos y en nuevas tecnologías.
Rasgos distintivos del Cayenne
actual
En la actualidad, el Cayenne
se encuentra en la evolución de su segunda generación. Son muchos los cambios
que ha recibido desde que se presentó, hace cerca de quince años. La carrocería
de ahora ofrece una imagen más atlética y deportiva, a la vez que destaca por
su elegancia. Los pliegues del capó se dirigen al exterior, aportando una
sensación de mayor amplitud y generando un frontal imponente, que hace más
visible la toma de aire central sin restar protagonismo a las nuevas luces
bixenón, de serie en todas las versiones. Además, el modelo actual presume de
incorporar rasgos de diseño que se crearon para el superdeportivo Porsche 918.
En la parte trasera se
integran bien todos los elementos, con un formato que incide en la deportividad
del conjunto, reforzado por las imponentes salidas de escape de nuevo diseño.
Y que decir del interior,
donde el reto de ser un auténtico Porsche cobra especial relevancia, tanto por
las formas como por la deportividad y calidad tradicionales que caracterizan a
la marca. Cuenta con un equipamiento de serie muy completo, que incluye
detalles como el sistema de monitorización de la presión de los neumáticos o el
práctico y cómodo mecanismo de puertas de cierre suave, que permite un leve
empujón para que la operación concluya de forma automática.
Si nos centramos en los
motores, la suavidad, la exquisitez en su funcionamiento y la potencia delatan
su inconfundible origen Porsche. Ninguna de las opciones que están disponibles
en la gama nos defraudará; tan sólo se trata de escoger la que mejor se adapte
a nuestras necesidades específicas. Se puede elegir entre tres motores de
gasolina, dos diésel y un híbrido. La familia de gasolina empieza con un
poderoso V6 de 3.6 litros y 420 caballos, que tiene un consumo medio de 9,5
litros por cada 100 kilómetros recorridos; sigue con los 440 caballos del
deportivo GTS y llega a los 520 del Turbo, que se convierten en 570 en la
variante Turbo S.
En diésel la cifra de potencia
oscila entre los 262 caballos del V6 y los 385 del V8. Y, por último, está el
modelo híbrido enchufable que, con sus 416 caballos, acelera de 0 a 100 km/h en
sólo 5,9 segundos. Pero lo mejor es que a esas prestaciones se une un consumo
medio de combustible de apenas 3,3 litros/100 km, equivalente a unas emisiones
de CO2 de 75 g/km, unas cifras más propias de un pequeño utilitario que de un
todopoderoso Porsche.
Estos propulsores vienen
asociados en perfecta armonía a una caja de cambios automática de ocho
velocidades Tiptronic S, que dispone de múltiples funciones para todo tipo de
uso, incluida una de circulación "a vela" para ayudar a contener el
consumo e incrementar la suavidad de funcionamiento. También podemos cambiar de
marcha a través de las levas del volante o con el modo secuencial de la
palanca.
Transferencia tecnológica que
proviene de la competición
El Cayenne S E-Hybrid hereda
buena parte de su tecnología del Porsche 919 Hybrid de Le Mans, un hecho que es
muy habitual en la marca de Stuttgart, que transfiere el aprendizaje
proporcionado por la competición a sus vehículos de serie.
Porsche fue la primera marca
del mundo en contar con tres modelos híbridos enchufables en su gama: el
Cayenne, el Panamera y el 918 Spyder. Además, el 11% de todos los híbridos
enchufables que se venden en España son Porsche y el Cayenne S E-Hybrid ocupa
el cuarto lugar en el ranking de ventas de este tipo de vehículos. Y los
mayores avances para hacer eso posible se deben a la utilización de los
circuitos como centros de prueba, pues no en vano varios ingenieros de Porsche
trabajan tanto en competición como en los proyectos de vehículos de producción
en serie.
El diseño ligero, la
aerodinámica, los motores turboalimentados de cilindrada reducida, los
conceptos híbridos o la ampliación de la autonomía de vehículos eléctricos son
apartados extremadamente importantes para el futuro de Porsche y, por ello, se
prueban nuevas soluciones para cada una de estas áreas en las 24 Horas de Le
Mans y en el Campeonato del Mundo de Resistencia.
Un ejemplo de la transferencia
tecnológica lo tenemos en las baterías que emplea el Cayenne S E-Hybrid. Dentro
de la libertad que da el reglamento del Mundial de Resistencia, Porsche eligió
las baterías como sistema de almacenamiento de energía para el 919 Hybrid, en
lugar de apostar por los volantes de inercia o los ultracondensadores
electroquímicos. Y, ¿por qué lo hizo? Porque es la solución que emplean los
coches de calle, que se benefician de los desarrollos realizados en los
circuitos.
Otro caso concreto del que se
están aprovechando los modelos de serie es el moderno simulador de conducción,
que se creó en Weissach para el programa LMP1 de Le Mans y ahora lo emplean los
equipos de desarrollo de coches de serie del Grupo Volkswagen. Con él hacen
pruebas dinámicas de conducción e investigan en la puesta a punto de sistemas
híbridos, con unos costes muy inferiores a los que supondría tener que realizar
dichos ensayos con vehículos reales.
Curiosidades de la gama
Porsche Cayenne
La familia Cayenne es muy
extensa y cuenta con variantes para todos los gustos, pero hay una serie de
características que son comunes a todos: el lujo, la comodidad, el espacio, las
prestaciones y un comportamiento dinámico con el inconfundible tacto Porsche,
que convierten la tarea de conducir en un verdadero placer.
El Cayenne es el SUV más
rápido del planeta y el mejor en aceleración. La versión Turbo S alcanza una
impresionante velocidad máxima de 284 km/h, mientras que pasa de 0-100 km/h en
sólo 4,1 segundos, un tiempo que bate a todos los rivales y que, incluso,
supera al de los Porsche 911 Carrera y Carrera S.
También dispone de uno de los
motores V6 más potentes del mundo, un propulsor con más caballos que el V8 de
la generación anterior que, además, es más compacto y eficiente. Este V6
turboalimentado de 3.6 litros ofrece dos niveles de potencia (420 y 440 CV) y
par (550 y 600 Nm), según se emplee para la versión S o para la GTS,
respectivamente.
Pero los récords no vienen únicamente
de las mecánicas de gasolina, porque los diésel resultan igual de
impresionantes en su rendimiento. Aunque parezca mentira, un Cayenne Diesel
tarda menos en pasar de 0 a 100 km/h que un deportivo y ligero Porsche Boxster
de primera generación, equipado con el cambio Tiptronic. Incluso el Cayenne S
Diesel acelera más rápido que el Cayenne S de gasolina. Con el motor V8 de 4.2
litros, que consigue 385 caballos de potencia y un descomunal par de 850 Nm, el
S Diesel provisto del paquete Sport Chrono llega a los 100 kilómetros por hora
en 5,3 segundos, partiendo desde parado, un tiempo una décima inferior al de su
homólogo con propulsor de gasolina.
Porsche Cayenne Platinum
Edition
Las ediciones especiales
Platinum Edition son una interesante opción de compra dentro de la gama
Cayenne, porque ofrecen un equipamiento más completo y de gran calidad, con
unas ventajosas condiciones económicas, que suponen un ahorro importante si
comparamos lo que costaría el coche básico añadiéndole todos esos extras que aquí
están incluidos. Estas ediciones especiales están disponibles para los modelos
Cayenne S, Cayenne Diesel, Cayenne S Diesel y Cayenne S E-Hybrid.
Además de contar con algunas
pinturas metalizadas opcionales, la parte exterior se caracteriza por sutiles
toques elegantes y deportivos en negro de alto brillo, cristales de privacidad
tintados detrás y molduras del color de la carrocería en las aletas, junto a
llantas especiales que, dependiendo de la variante, serán de 20 ó de 21
pulgadas.
En el habitáculo destacan los
asientos deportivos del Cayenne GTS. Ofrecen ocho regulaciones, son
calefactables y llevan la parte central tapizada en Alcántara. Y, en cuanto a
información y entretenimiento, los modelos Platinum Edition montan el sistema
Porsche Communication Management (PCM), que incorpora la navegación online, el
módulo Connect Plus y un equipo de sonido BOSE® Surround. También es una
característica adicional típica de estas versiones el reloj deportivo analógico
del salpicadero.
Otros elementos funcionales
que hacen la conducción más relajada son los faros bixenón con Porsche Dynamic
Light System (PDLS), la dirección asistida Plus y el asistente de aparcamiento
delantero y trasero.
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