lunes, 4 de julio de 2016

CONDUCIR DE NOCHE SIN SOBRESALTOS

Las vacaciones de verano son la época del año en la que hay más  desplazamientos por carretera. En España, el año pasado hubo 81 millones de largos desplazamientos. Algunos conductores viajan de noche para aprovechar al máximo sus días de fiesta. Durante esas horas del día hay menos densidad de tráfico pero también crece el riesgo de sufrir accidentes debido a la disminución de la visibilidad y al cansancio. 




En Europa, los accidentes que tienen lugar de noche provocan el 37% de víctimas mortales. Por ello, debemos tomar una serie de precauciones para hacer más segura nuestra conducción:


Encender las luces de cruce al atardecer porque nos ayudan a ver y a ser vistos. Es necesario encender las luces de cruce de noche, si llueve o cuando la visibilidad no sea buena. Siempre que sea posible utilizaremos las luces de carretera, evitando deslumbrar a los otros conductores. Algunos vehículos disponen de un sistema de encendido automático de luz de cruce, que enciende y apaga los faros en función de las condiciones de luz exterior.

A través de la vista se recibe el 90% de la información necesaria para conducir y de noche, la percepción visual disminuye por lo que aumenta el tiempo para identificar a peatones, animales o señales de tráfico. En este sentido, los faros LED son un gran aliado ya que generan una luz de mayor calidad que los faros halógenos y tienen unas características muy similares a la luz solar, mejorando así la visibilidad.



Adaptar la velocidad para poder frenar dentro del campo de iluminación de los faros. Es aconsejable reducir la velocidad respecto a la que se circularía de día. En España, la velocidad recomendada para conducir con luz de cruce en carretera es de 90 km/h.


Mantener la distancia de seguridad dando un margen no inferior a tres segundos al vehículo que nos precede.


Reconocer los primeros síntomas del cansancio: si se cierran involuntariamente los ojos, si cuesta mantener el vehículo dentro del carril o si es difícil recordar por dónde hemos circulado en el último kilómetro. Con el cansancio, los reflejos se ven afectados y el efecto es similar a conducir con una tasa de 0,5 g/l de alcohol en sangre.  Ante los primeros indicios de fatiga es importante parar y descansar o dormir hasta que nos encontremos con fuerzas para seguir nuestro viaje. Algunos vehículos van equipados con un detector de fatiga, que identifica cuando el conductor está cansado y le indica con un icono en el cuadro de instrumentos que es necesario reposar.


Aplicando estos consejos nuestra conducción será más segura y podremos llegar a nuestro destino sin sobresaltos.

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