lunes, 9 de mayo de 2016

LOS HOMBRES JÓVENES SON LOS MÁS TORPES AL APARCAR EL COCHE




 Unespa, la patronal que reúne a las aseguradoras españolas, ha realizado un estudio que aporta mucha luz sobre este tema. Para ello, ha analizado los siniestros comunicados por los conductores que afectan a los daños propios. Es decir, aquellos causados por el propio asegurado a su vehículo y que solo quedan cubiertos si se tiene contratada una póliza a todo riesgo.
Es decir, del estudio quedan fueran todos aquellos golpes que no se comunican porque el seguro no los pagará (no está incluido en la cobertura) o porque realmente no han ocasionado daños. Según los datos de Unespa, casi un 27% de los 29,1 millones de vehículos de todo tipo que circulan por España cuenta con pólizas a todo riesgo, con o sin franquicia.
A partir de los siniestros de los que sí se tiene constancia se concluye que los conductores que tienden a sufrir más accidentes sin contrario y de mayor gravedad son los varones jóvenes y con menos experiencia. Bajo esta tipología de siniestros se encuentran, en esencia, los golpes contra columnas en los garajes y las colisiones contra los bolardos que demarcan las aceras en la vía pública.
Superada la inexperiencia inicial, la propensión a la siniestralidad de ellas se modera notablemente mientras que la de los varones vuelve a crecer y se mantiene siempre por encima de la de las mujeres hasta llegada la década de los cuarenta. Los peores conductores aparcando son, con claridad, los hombres de entre 18 y 40 años.

Además de la propensión a darse golpes, el estudio que aparecerá en la Memoria social del seguro 2015 analiza la gravedad de las colisiones acaecidas aparcando en calles y garajes. Aquí, de nuevo, la conclusión es que los jóvenes varones son los conductores más torpes al volante. No sólo se dan más golpes, sino que sus colisiones son más fuertes y causan desperfectos más caros de reparar. Esta situación se estabiliza en torno a los 28 años -una vez alcanzados los 10 años de experiencia con el carnet de conducir-, momento en el que hombres y mujeres padecen siniestros de gravedad prácticamente idéntica. A partir de los 35 años se produce un repunte en la gravedad, asociada al mayor valor de los vehículos que se conducen en ese tramo de edad, que conllevan visitas al taller más costosas.
Para Unespa, el descenso de los siniestros de los varones también está marcado por la compra del primer vehículo, frente a los primeros años, en los que suele tomarse el coche de alguno de los miembros de la familia. Esta circunstancia explicaría, a juicio de la patronal de las aseguradoras, el repunte de los siniestros de las mujeres a partir de los 40 años. "Los hijos suelen coger el coche de sus madres en sus primeros años de carné", afirma Pilar Gómez de Frutos, presidenta de Unespa.

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