Debemos extremar las precauciones, realizar una
conducción “suave”, sin movimientos o cambios bruscos y aminorar la velocidad.
En condiciones desfavorables debemos ser todavía más
críticos y exigentes al realizar las comprobaciones necesarias antes de iniciar
un viaje.
En el RACVN recomendamos llevar en el vehículo una
serie de elementos (además de los obligatorios: chaleco, triángulos, etc), que
pueden sernos de gran ayuda.
Después de un otoño y un comienzo del invierno
inusuales, han llegado las condiciones meteorológicas propias de esta época del
año, como son la bajada de las temperaturas, las precipitaciones y la nieve,
que muchos aprovechan para realizar planes y actividades como ir a esquiar,
pero que no están exentas de peligros al volante y que exigen extremar las precauciones.
En el Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN),
queremos realizar una serie de recomendaciones dirigidas los usuarios de los
automóviles, para conducir con el mayor nivel de seguridad y evitar posibles
accidentes.
Si con lluvia y viento debemos extremar las
precauciones al volante, con la presencia de nieve, granizo y hielo debemos
hacerlo todavía con una exigencia mayor.
¿Cómo debemos conducir con lluvia, viento y nieve?
Debemos extremar todas las precauciones, realizar una
conducción “suave”, sin movimientos o cambios bruscos y aminorar la velocidad.
Debemos tener en cuenta que en condiciones adversas,
la adherencia de los neumáticos del vehículo con la carretera es menor y que
cualquier cambio brusco puede suponer la pérdida de control de nuestro
automóvil. Además, es necesario aumentar la distancia de seguridad respecto a
los demás vehículos.
¿Cómo debemos utilizar los elementos de conducción de
nuestro automóvil?
Dirección: Debemos manejar el volante con suavidad,
sin realizar movimientos bruscos
Cambio de marchas: Es recomendable conducir con
marchas altas y a bajas revoluciones. Conduciendo en marchas bajas o cortas, la
fuerza que se transmite (el par) a las ruedas es mayor y por lo tanto, también
es mayor la posibilidad de que las ruedas pierdan adherencia y acaben
patinando. Es decir, debemos disminuir la fuerza aplicada a las ruedas. Si en
condiciones normales conducimos de una determinada manera, en condiciones desfavorables,
debemos cambiar antes a marchas más altas.
En caso de vehículos con caja de cambios automática,
algunos tienen un botón específico “W” (de Winter, que en inglés significa
invierno), que adapta la conducción a las condiciones climatológicas,
realizando cambios de marcha más suaves. Si no la tuviera, es recomendable
pisar de forma moderada el pedal del acelerador, para que las revoluciones del
motor no suban de forma brusca antes de que cambie de marcha.
Acelerador: Tenemos que ser prudentes a la hora de
pisar el acelerador y mantener con él dos premisas: disminuir la velocidad,
acelerar de forma moderada y progresiva y hacer que el motor funcione a
revoluciones medias, bajas y nunca altas.
Frenos: Debemos tener un cuidado especial con el uso
de los frenos. En primer lugar, tenemos que ser conscientes de que pisar más el
freno no implica un control mayor del vehículo. De hecho, en todo caso debemos
evitar que se bloqueen las ruedas al pisar el freno. Para ello, debemos
anticipar la frenada, y alternar el uso del pedal del freno con el freno motor.
La frenada deberá ser progresiva. Si en algún momento perdemos la adherencia
del vehículo, y éste derrapa o se desliza, nunca debemos frenar ya que así no
solo no lograríamos recuperar el control del coche sino que se acentuaría la
pérdida de control y el deslizamiento.
Controles de tracción, adherencia y ayuda en la
conducción: Este tipo de controles de gestión electrónica con los que cuentan
muchos vehículos (sobre todo si son modernos), perciben la perdida de
adherencia, control y trayectoria de los vehículos y actúan sobre el acelerador
y los frenos para tratar de corregir la trayectoria. Estos sistemas son muy
eficientes en condiciones normales y permiten evitar muchas pérdidas de control
del vehículo e incluso accidentes. Sin embargo, estos sistemas no son siempre
igual de eficientes en condiciones adversas (sobre todo en nieve o granizo).
Con los primeros sistemas se recomendaba desconectarlos en caso de nieve, hielo
o granizo. Sin embargo, en muchos de los vehículos actuales, estos sistemas
están mucho más desarrollados y son efectivos incluso en estas condiciones. Por
ello mismo, en el RACVN recomendamos a los conductores que se informen sobre el
tipo de sistema con el que cuenta su vehículo, cómo actúa y el nivel de
efectividad que tienen en condiciones adversas antes de optar por desconectarlo
o mantenerlo encendido.
¿Cómo debemos comportarnos en carretera?
Es importante mantener las premisas descritas con los
elementos de conducción antes citadas a la hora de conducir: precaución,
moderación y suavidad.
Velocidad: En cualquier caso debemos disminuir la
velocidad y circular a una velocidad anormalmente reducida si las condiciones
son especialmente adversas.
Paso por curva: Debemos anticiparnos a la curva
disminuyendo la velocidad antes de entrar en la misma (y no dentro de ella).
Dentro de la curva debemos mantener una velocidad regular, sin cambios bruscos
en la velocidad, ni en la dirección.
Si en el paso por curva perdemos el control de la
parte delantera del vehículo (en la que se encuentra la dirección), tenemos que
recuperar el control levantando el pie del acelerador, y pisando moderadamente
el pedal del freno (siempre sin que se lleguen a bloquear las ruedas).
Si perdemos el control sobre una placa de hielo,
debemos mantener la calma, levantar el pie del acelerador, no pisar el freno y
dirigir el coche sólo con el volante.
Si perdemos el control del vehículo al frenar,
soltaremos el pedal de freno, para desbloquear las ruedas y recuperar así a
adherencia. Una vez recuperado el control del vehículo frenaremos de forma
progresiva y/o con pequeños golpes y también utilizando de forma combinada el
freno motor.
Bandas de rodadura, nuestras aliadas en el asfalto:
Debemos seguir las roderas de otros vehículos, (las marchas que dejan los
vehículos en la nieve o granizo al pasar sobre ellas). Al pasar los vehículos
por ellas, se crea un cavidad en la que la adherencia es mayor que si
circulásemos directamente encima de la nieve, el granizo o el hielo.
Distancia de seguridad: Con condiciones desfavorables,
la distancia y el tiempo necesarios para detener el automóvil o alcanzar una velocidad
aumentan de manera considerable. Además, si pretendemos frenar o acelerar de
una forma rápida corremos el riesgo de perder el control de nuestro vehículo y
que éste acabe patinando. Por ello mismo, debemos incrementar la distancia de
seguridad con el resto de vehículos.
Tener visibilidad y ser visibles: Junto con la nieve,
la lluvia y el granizo, es habitual que haya una menor visibilidad (que puede
incrementarse aún más por la presencia de niebla). Debemos indicar nuestra
presencia con las luces del vehículo, indicar con los intermitentes cualquier
cambio que realicemos e incluso indicar con las luces de emergencia una
situación anómala (como una acusada disminución de velocidad o parada, etc).
Debemos asegurarnos de que tenemos visibilidad suficiente y que los demás
usuarios nos ven (encender las luces de cruce y los antinieblas si hicieran
falta). Si no tuviéramos visibilidad suficiente debemos aminorar la marcha y
detenernos en un lugar seguro y/o indicado lo antes posible y esperar a que la
situación mejore para poder reanudar la marcha.
¿En qué estado debe estar nuestro vehículo?
Antes de realizar un viaje, en el RACVN recomendamos
realizar una revisión del vehículo. Comprobar los niveles de los distintos
líquidos (refrigerante, aceite, etc), estado de los frenos, neumáticos. En caso
de condiciones desfavorables debemos realizar también estas comprobaciones y
ser, si cabe, todavía más críticos y exigentes con estas condiciones.
Comprobar todas las luces del vehículo: Es
imprescindible que las luces de nuestro vehículo se encuentren en buen estado
para tener buena visibilidad, ser vistos e indicar nuestra trayectoria e
intenciones al resto de los usuarios.
Estado de las ruedas: En el RACVN recomendamos que se
circule siempre con unas ruedas en buenas condiciones, sin un desgaste excesivo
y con una presión de neumáticos adecuada. Cuanto menor sea la profundidad del
dibujo, menor será su capacidad de evacuar lluvia, nieve o granizo y será más
fácil que se produzca una pérdida de adherencia.
Recomendamos utilizar ruedas para el invierno: Los
neumáticos de invierno están identificados en el flanco (en el perfil) con las
letras M+S (mud and snow que significa barro y nieve). Estos neumáticos están
concebidos para aumentar la adherencia en condiciones adversas, y con
temperaturas por debajo de los 7°C, en las que los neumáticos convencionales
(los de verano), pierden su eficacia. Los neumáticos de invierno se agarran a
la nieve de una forma mayor que los neumáticos de verano gracias a su banda de
rodadura y su dibujo.
Imprescindibles en nuestro automóvil
En el RACVN recomendamos llevar en el vehículo una
serie de elementos (además de los obligatorios: chaleco, triángulos, etc), que
pueden sernos de gran ayuda.
Un juego de cadenas en el vehículo: Además de
llevarlas en el vehículo, es recomendable saber de antemano cómo se deben
colocar. Para ello, es recomendamos instalarlas de forma previa, para que
llegado el momento sepamos cómo colocarlas, lo hagamos en el menor tiempo
posible y que no surjan imprevistos.
Teléfono móvil: Es recomendable estar bien comunicado
en todo momento. Llevar el teléfono móvil con nosotros puede llegar a sernos de
gran utilidad, por si debemos hacer una llamada de emergencia, si debemos
avisar a la grúa y porque a través del GPS del teléfono nos pueden localizar.
Mantas y ropa de abrigo: Recomendamos llevar un juego
de mantas. Al realizar un viaje, con un tiempo desfavorable, se puede dar el
caso de que no podamos reanudar la marchar y debamos esperar en nuestro
vehículo un tiempo, hasta que las condiciones meteorológicas mejoren. Para
ello, recomendable llevar ropa de abrigo y mantas.
Linterna: Es recomendable llevar con nosotros, dentro
del habitáculo una linterna, y asegurarnos antes de iniciar el viaje de que
ésta funciona correctamente.
Agua y comida: No está de más llevar con nosotros una
o más botellas de agua para beber e hidratarnos así como comida (barritas
nutritivas, o similares).
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