El sistema de frenada automática de emergencia (AEB)
podría haber evitado uno de cada cinco accidentes de tráfico si todos los
vehículos en circulación contaran con este elemento, según afirma un estudio
publicado por el RACC que demuestra los beneficios de la incorporación de este
dispositivo de seguridad activa en los automóviles. Un dispositivo que
convirtió a Mazda en marca pionera al lanzar al mercado en 2012 el Mazda CX-5,
primer SUV compacto en incorporarlo de serie, y que actualmente se encuentra disponible
en el 100% de los vehículos comercializados por el fabricante en España*.
Según el reciente informe elaborado por el RACC, el
sistema de frenada automática de emergencia (AEB) “puede contribuir a reducir
la accidentalidad en las carreteras a un ritmo superior al actual y debería
venir incorporado como equipamiento de serie en todos los vehículos nuevos“.
El mayor club automovilístico de España y uno de los
referentes en el ámbito de la movilidad estima que esta tecnología podría haber
salvado potencialmente 272 vidas y haber evitado 1 de cada 5 accidentes de
tráfico en 2014 en el caso de que todos los turismos y furgonetas del parque
automovilístico español hubieran contado con esta tecnología. Ese año, tan solo
el 4,2% de los modelos comercializados en nuestro país incorporaban este
elemento en su dotación de serie y un 29,1% como opción. Sin embargo, en el año
2015 el 70% de los coches vendidos por Mazda contaron con AEB de serie y otro
25% como equipamiento opcional, alcanzando un total del 95% de los vehículos
vendidos. Esto sitúa a Mazda en los primeros puestos del mercado español en
cuanto a este importante elemento de seguridad.
El Sistema de asistencia a la frenada en ciudad (SCBS) es como la marca denomina a su sistema
de frenada de emergencia autónomo, que funciona a bajas velocidades (4-30 km/h)
y que se complementa con la Frenada de emergencia (SBS), que se activa a
velocidades de entre 15 y 145 km/h. Actualmente, todos los modelos de la gama
Mazda* incorporan el SCBS de serie (Mazda CX-3, Mazda CX-5, Mazda6) o en
determinadas versiones (Mazda2, Mazda3).
“A la vista de la eficacia demostrada del SCBS, sería deseable que las
compañías de seguros españolas aplicaran algún tipo de bonificación a los
vehículos equipados con este sistema, tal y como ya ocurre en otros países
europeos para incentivar el uso de estos dispositivos“, ha señalado José María
Terol, presidente y consejero delegado de Mazda Automóviles España.
El Mazda CX-5 inauguró toda una nueva generación de
vehículos con diseño KODO, tecnología ultraeficiente SKYACTIV y tecnologías de
seguridad activa i-ACTIVSENSE, un conjunto de sensores de radar que ayudan al
conductor a identificar peligros potenciales en la carretera y contribuyen a
reducir drásticamente el riesgo de accidente. Además del SCBS, entre las
principales tecnologías i-ACTIVSENSE se encuentran el Control de luces de largo
alcance (HBC), El Sistema de alerta de cambio involun¬tario de carril (LDWS),
el Control de ángulo muerto (LDW), la Alerta de tráfico trasera (RCTA) o el
Control de cruce¬ro adaptativo (MRCC). Esta amplia dotación ha convertido a
Mazda en marca pionera y referente en materia de seguridad activa desde hace
años, tal y como demuestran el premio Euro NCAP Advanced concedido en 2011 a la
marca japonesa por su innovador sistema de alerta de cambio de carril (RVM) o
las máximas calificaciones en materia de seguridad obtenidas a nivel
internacional, la más reciente de ellas el Top Safety Pick+ 2016 otorgado por
el Instituto de seguros para la
Seguridad en las Carreteras (IIHS) en Estados Unidos a los modelos Mazda3,
Mazda6 y Mazda CX-5.
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