La sección Sala de Denuncia alojada en la web de la
Confederación Española de Talleres ha cosechado un gran éxito por segundo año
consecutivo. Las cifras vislumbran la gran recepción de la Sala de Denuncia, ya
que las anomalías notificadas se sitúan en 600, el doble respecto al año
anterior.
Las prácticas ilegales que remiten los ciudadanos
siguen reflejando el uso indebido de la vía pública, así como los perjuicios
que provocan a los vecinos de las zonas colindantes el uso de estas
instalaciones inapropiadas que no cumplen con los requisitos necesarios para
realizar estas actividades. Las quejas también se centran en la ingente
cantidad de establecimientos ilegales que continuan ofreciendo sus servicios ‘a
puerta cerrada’. Aparte de estas anomalías comunes, que sirven para identificar
a los establecimientos clandestinos, algunos usuarios exponen problemas
personales originados a raíz de contratar los servicios de un taller ilegal.
Estos son algunos de los comportamientos irregulares
más llamativos gestionados a través de la Sala de Denuncia: “Los gases se
comunican por las naves provocándome un fuerte dolor de cabeza y vómitos que me
obligan a acudir al médico de urgencias” o “Encendió ayer un motor diez
minutos, y mi casa empezó a oler a gases de tubos de escape”, apuntan los
residentes.
Otras denuncias recogidas en la web inciden en la mala
calidad de los servicios prestados. Según manifiestan los usuarios, han
localizado graves desperfectos en sus vehículos cuando han acudido a
recogerlos: “Dejó el coche medio montado y le provocó una avería superior a la
que presentaba anteriormente” o “Cuando te llevas el coche te das cuenta de que
le faltan piezas”.
Otras de las inconveniencias con las que se han
encontrado los clientes son: “Fui por una rotura del turbo, pero no solo no lo
reparó correctamente, sino que también me comunicó que se había estropeado el
embrague”. Algunas quejas también cuestionan las condiciones de seguridad con
las que operan los reparadores: “Tienen a los operarios trabajando en la misma
vía debajo de los vehículos y con las piernas fuera con el riesgo de que les
atropellen los pies”.
La presidenta de CETRAA, Mª Carmen Antúnez, destaca
que la colaboración ciudadana es esencial para facilitar la detección de este
tipo de instalaciones clandestinas, por lo que agradece el apoyo mostrado:
“Nuestra Sala de Denuncia registra cada día un ritmo incesante de recepción de
irregularidades. Por un lado, es negativo porque significa que la problemática
de los talleres ilegales sigue estando presente, y por otro lado, es bueno
porque evidencia que la gente está más concienciada y nuestras campañas
informativas son efectivas”, declara Antúnez.
La patronal anima a los ciudadanos a seguir
colaborando con sus aportaciones para localizar estos talleres ilegales que,
además de fomentar la competencia desleal, no emiten facturas ni ofrecen ningún
tipo de garantías al cliente. CETRAA envía a las asociaciones provinciales
estas denuncias con el fin de que procedan a su comprobación y las remitan a
las autoridades competentes que ejecutarán, si es oportuno, las acciones
necesarias para acabar con esta lacra que atenaza al sector de la reparación
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