jueves, 17 de diciembre de 2015

ALREDEDOR DEL 34% DE LOS CONDUCTORES DESCONFÍA DEL COCHE AUTÓNOMO





Casi la mitad cree en 2040 se pagará por un pack de movilidad gestionado con el smartphone que combinará vehículo, bici y transporte público

Siete de cada diez espera que en 25 años el salpicadero se sustituya por una pantalla controlada por voz
Aunque ya hay un prototipo de coche autónomo recorriendo las carreteras españolas, los conductores no terminan de ver el futuro de esta tecnología. De hecho, el 34% afirma abiertamente que no soltará el volante porque no se fía, de manera que el piloto automático, más que venir de serie, formará parte del equipamiento opcional de los vehículos en el plazo de veinticinco años, según la cuarta edición del estudio europeo 'El Coche del Mañana' elaborado por AutoScout24, consultora experta en automoción e Internet.

El informe –que recoge las expectativas de cerca de 9.000 conductores de siete países europeos, entre ellos España, sobre la que será la movilidad del futuro- pone de manifiesto cómo a pesar de que el coche autónomo podría rebajar el coste de los seguros, la idea de ceder a ciegas el control al propio vehículo no sólo no termina de calar entre los usuarios, sino que pierde adeptos a medida que se desarrolla. Concretamente, atrae al 21%, frente al 35% del año pasado.

Así, al trasladarnos a 2040, nos encontramos con que el piloto automático más que el chófer habitual es un sustituto ocasional del conductor. Concretamente, cerca de la mitad de los automovilistas hace uso de la conducción autónoma en trayectos urbanos muy concretos, de poco recorrido y a baja velocidad, como por ejemplo el trayecto al colegio de los niños.

Curiosamente, los españoles son más reacios a ceder el control total del coche que los europeos. Tanto es así que casi seis de cada diez pone como condición sine qua non para desplazarse en un coche con piloto automático tener la libertad de elegir cuándo y dónde utilizarlo.

Una ciudad sin ruidos

Según el estudio de AutoScout24, la ciudad de 2040 se proyecta como un espacio silencioso y libre de emisiones donde, contra todo pronóstico, no se pagará tasa por circular por el centro. Y es que el 45% de los conductores que no está dispuesto a soportar más gastos se impone ampliamente al 26,4% de aquellos que sí se muestran a favor de pagar el impuesto, siempre y cuando, revierta en la mejora de la red del transporte público.

Y es que los conductores de 2040 no se ven yendo en coche a todas partes. De hecho, el 47,3% se imagina una ciudad donde se pague por un pack completo de movilidad gestionado desde el smartphone, que permita usar el medio de transporte más adecuado en cada trayecto, ya sea vehículo, transporte público o bicicleta, convirtiendo los desplazamientos en una cadena perfectamente organizada.

Sin embargo, en términos generales, por mucho que pase el tiempo no parece probable que vayamos a renunciar de golpe al espíritu de propiedad que nos caracteriza, aunque sí a suavizarlo poco a poco. Sólo el 9,1% de los conductores está dispuesto a prescindir por completo de la titularidad del coche, lo que supone dos puntos más que el año pasado.

De esta forma, y pese al auge de la economía compartida, la sociedad de 2040 seguirá conservando cierto tinte individualista. En este sentido, si bien es cierto que el 54% reconoce que no llevaría a desconocidos ni permitiría a otros usar su coche, hay un 28% dispuesto a alquilarlo a otros ciudadanos cuando no lo utilice para reducir sus propios costes.

Movilidad eléctrica, por favor

En este contexto, dentro de 25 años la movilidad tendrá al coche eléctrico como principal protagonista, que habrá sustituido la etiqueta de tecnología alternativa por la de tecnología consolidada. En este sentido, es curioso cómo los conductores españoles confían en mayor medida en esta motorización que los europeos, con un 37,4%, frente a un 26%.

Concretamente, el hecho de haber alcanzado una autonomía mínima de 500 kilómetros en los eléctricos, tal y como espera el 35,5% de los conductores, hará que los modelos de combustión que hoy conocemos como tradicional reduzcan su peso hasta un residual 6%, lo que pone de manifiesto que la dependencia energética será una asignatura superada y el coste por kilómetro por fin asequible.

El coche convertido en la cuarta pantalla

En un detalle de las funciones que tendrá el coche dentro de 25 años, las expectativas de los conductores no se limitan a la seguridad, sino también a la comodidad y practicidad al volante. Así, el 66,3% de los conductores espera que en 2040 todos los coches sean capaces de encontraran plaza de aparcamiento de manera automática, evitando la pérdida de tiempo que supone hoy día dar vueltas en busca de sitio libre.

La simplicidad de uso será otra de las características de estos coches. Casi el 70% de los automovilistas espera que el salpicadero y la botonería actual se sustituyan por un único panel central que se active mediante controles gestuales y de voz, desterrando la tradicional llave.

En este sentido, la sencillez operativa será tal que el coche del mañana podrá memorizar los perfiles de diferentes conductores. Según el 58% de los automovilistas, al sentarse en el asiento se regulará automáticamente la posición al volante, los espejos, la climatización y hasta las emisoras de radio.

El Informe de El Coche del Mañana es un estudio europeo realizado entre casi 9.000 conductores de siete países europeos, con el fin de dibujar cómo será el modelo de movilidad urbano y el coche –motorización, funciones y diseño- que circulará por nuestras carreteras dentro de 25 años. Este informe, que cumple este año su cuarta edición, tiene el objetivo de convertirse en una guía útil para los profesionales del sector automoción y ayudarles en la toma de decisiones relacionadas con el desarrollo de sus políticas de innovación, comerciales y de marketing

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