• La gran
historia de prestaciones, deportividad y récords del Escorpión se celebra
mediante la ambiciosa iniciativa Abarth Classiche.
• Corazón
del proyecto, las Officine Abarth Classiche, aseguran a los propietarios de
vehículos históricos, tanto de carretera como de carreras:
• una
restauración meticulosa;
• la
certificación Abarth Componentes Mecánicos Abarth Componenti Meccanici para
motor, cambio, escape y suspensiones;
• un
servicio al cliente de alta calidad con un número gratuito específico
gestionado por el Centro de Atención al Cliente de FCA, una página web donde
concertar la cita con el taller;
• un
servicio de transporte específico para los vehículos de los clientes que lo
necesiten.
• Entre
los vehículos incluidos, auténticos mitos que han circulado durante la segunda
mitad del siglo XX: vehículos transformados, prototipos extremos y los reyes de
los rallies.
• Con
motivo de la inauguración de las Officine Abarth Classiche también se ha
anunciado la creación del Registro Abarth, que coordina todas las actividades:
ferias, eventos, concentraciones y carreras.
• Las
victorias y récords de la historia de la marca constituyen un legado esencial y
se narran en el libro “Abarth: the Scorpion’s tale”.
• Anneliese
Abarth, que durante muchos años acompañó al brillante fabricante de automóviles
y fundador de la marca, sigue hoy representando al Escorpión.
• La vida
de Carlo Abarth, artífice de un éxito casi sin precedentes en el campo del
deporte de motor.
Nace Abarth Classiche, un proyecto ambicioso que
implica a todo el universo de la marca del Escorpión. De hecho, la iniciativa
se articula en varios puntos, empezando por el taller de restauración que se ha
inaugurado el 18 de noviembre, en los talleres Abarth de Mirafiori, en Turín.
En el corazón latiente de las actividades de
transformación de los modelos de serie y carreras, se ha montado un espacio de
unos 900 metros cuadrados para el taller dedicado a la restauración de los
Abarth históricos de los clientes. Se llevarán a cabo restauraciones
meticulosas y fieles, gracias también a la documentación que recientemente ha
sido catalogada y digitalizada, y que incluye dibujos técnicos, indispensables
para mantener la conformidad con el original y obtener la certificación de
autenticidad de los componentes mecánicos (motor, cambio, escape y
suspensiones), para la que Abarth se ha valido de los consejos y experiencia en
este campo del ASI y FIVA para definir su procedimiento de certificación.
La inauguración de las Officine Abarth Classiche es el
comienzo de un proyecto más amplio que incluye la creación del Registro Abarth,
con el fin de reunir a todos los fans de la marca en una serie de actividades
que van desde la participación en las concentraciones, hasta carreras para
coches históricos en las que será el Automóvil Club de Italia, a través de ACI
Storico, quien gestione los eventos. El proyecto de Abarth Classiche también
está online en la página www.abarthclassiche.com
La madrina de estas iniciativas es Anneliese Abarth,
la mujer de Carlo, que ha aceptado con entusiasmo este papel para dar a conocer
la larga historia de la empresa fundada por su marido el 15 de noviembre de
1949. Una importante historia, marcada desde sus inicios por muchos éxitos y
mucha creatividad. Empezando por la victoria en el Campeonato Italiano 1100
Sport con el 204A y en Fórmula 2, continuando después con el gran éxito
comercial de los kit de transformación para los utilitarios Fiat 500 y 600, que
han permitido a muchos jóvenes y no tan jóvenes participar con éxito en
carreras utilizando su coche habitual.
Son decenas los modelos desarrollados y fabricados por
Abarth desde 1949 hasta 1971, año en el que la empresa fue adquirida por Fiat,
que ha continuado con los éxitos tanto en el campo deportivo como en el
comercial con los utilitarios potenciados como el Autobianchi A112 Abarth.
Se trata de vehículos que tienen muchos admiradores en
Italia y en el extranjero, con legiones de fans que los custodian con gran
dedicación. A partir de ahora estos modelos pueden recuperar su originalidad
gracias a las Officine Abarth Classiche, que entregará a los clientes un
dossier con toda la información relativa a los vehículos restaurados o
reparados.
La historia de la marca Abarth también se narrará en
un libro de tres volúmenes escrito por Sergio Seccatore y titulado “Abarth: the
Scorpion’s tale”, editado por el Registro Fiat Italiano.
A través de los modelos actuales, Abarth también hace
referencia a su historia, como lo atestigua el 695 Biposto Record, fabricado en
una serie limitada de 133 unidades: tantas como han sido los récords obtenidos
por los vehículos del Escorpión. En cambio, el aniversario del récord de
aceleración en un cuarto de milla con fecha del 20 de octubre de 1965, se ha
celebrado con el debut en pista, en el circuito de Mugello y en el marco del
Campeonato Italiano Turismo Endurance, del Abarth 695 Assetto Corse Record.
Las Officine Abarth Classiche
Las Officine Abarth Classiche surgen dentro del
complejo industrial de Mirafiori, en la zona de los talleres Abarth. Ocupan una
superficie de unos 900 metros cuadrados y se equipan con dos puentes
elevadores, herramientas, maquinaria y una línea de acabado minucioso. La
definición de los flujos internos del taller y la selección del utillaje se han
realizado en colaboración con los especialistas de Mopar, marca de referencia
en servicios, atención al cliente, recambios originales y accesorios de FCA.
Se ha prestado una atención especial a los detalles,
con maquinaria capaz de reconstruir los componentes que no pueden encontrarse
en el mercado, de acuerdo a los diseños originales. Además, se toman
fotografías de cada fase de la restauración, proporcionando al cliente una
documentación completa de los trabajos realizados.
Por lo general, el propietario de un vehículo Abarth
con interés histórico puede concertar una visita previa del vehículo, entrando
en la página www.abarthclassiche.com y
rellenando el correspondiente formulario online, o llamando al número de teléfono de Abarth gestionado por el
Centro de Atención al Cliente de FCA.
En caso de necesidad, podrá solicitar un servicio de
transporte específico para su vehículo: un operario especializado recogerá el
vehículo directamente donde indique el cliente y lo llevará a las Officine
Abarth Classiche.
La diagnosis preliminar permite establecer la datación
histórica exacta del modelo e identificar las intervenciones a realizar en el
vehículo, utilizando, en su caso, la documentación del archivo histórico. Se
emite un presupuesto general, antes de comenzar los trabajos, y los vehículos
se restauran siguiendo las nueve fases del proceso de restauración Abarth:
desde la investigación histórica hasta la devolución del vehículo. Además, se mantiene constantemente informado
al cliente sobre el progreso de las operaciones, a cuyo término el vehículo
recibe una certificación con un dossier muy completo que contiene todos los
componentes del modelo y los detalles de la restauración.
Para la certificación, Abarth, con el apoyo del ASI,
ha desarrollado su propio proceso de certificación, que concierne sobre todo a
los componentes mecánicos de los Abarth clásicos (motor, cambio, escape y
suspensión), es decir, las piezas que más caracterizan auténticamente a un
producto Abarth.
Tras pasar los controles en los vehículos, se entrega
a los clientes un certificado de los componentes mecánicos Abarth, la placa de
certificación y el correspondiente libro de certificación que contiene toda la
documentación técnica y fotográfica de la certificación llevada a cabo en
nuestros talleres.
Automóviles de leyenda
Abarth Classiche restaura todos los vehículos de la
marca Abarth tanto de carretera como de competición, incluidos los de la marca
Lancia que hayan competido tras el desarrollo y transformación realizados por
los técnicos Abarth. Por tanto, se incluyen en esta lista todos los vehículos
producidos desde los años cincuenta. Los Cisitalia 204, el Abarth “1500” sobre
la base del Fiat 1400, los prototipos carrozados por Ghia, el Abarth “2000”
sobre la base del Alfa Romeo 1900 Sprint y también los populares Fiat 600 y 750
derivación Abarth, el 500 derivación Abarth y los 750 Abarth carrozados por
Zagato, los famosos “dos jorobas”.
En cuanto a los años sesenta, destacan los 850 y 1000
TC, los pequeños Abarth 595 y 695 también en las variantes “SS” y “Assetto
Corsa”, los 750 Zagato “Record Monza” y los grandes 2200 y 2400. También están
los deportivos Abarth “1000 Bialbero”, los Abarth-Simca “1600 GT” y “2000 GT”,
los Fiat Abarth 2300 S Coupè, los 850 OT y 1000 OT, incluido el “monstruoso” OT
1600. A la lista deben añadirse los OT 2000, el OT 1300 “Periscopio”, los “2000
Monoposto Record”, los OT 1000 Coupè, los 1000 OTS y el OT 2000.
Los años setenta se caracterizan por el Fiat 124, el
Fiat 131, los Autobianchi A112 transformados por Abarth, de 58 y 70 CV, y los
increíbles 3000 Prototipo, monoplazas y biplazas que compitieron y ganaron
muchísimas carreras. Pero la historia
del Escorpión no se detiene ahí: no podemos olvidar los Lancia Rally (037),
Delta S4 y todas las versiones 4x4 del Delta, además de los modelos utilizados
en los trofeos monomarca Fiat: Uno 70S, Uno Turbo de inyección electrónica,
Fiat Cinquecento 900 y Sporting Kit.
El Registro
Con motivo de la inauguración de las Officine Abarth
Classiche también se ha anunciado la creación del Registro Abarth, vinculado al
Registro Fiat Italiano, que coordinará todas las actividades de un club
dinámico y a escala internacional, mediante la participación en muchos eventos
del sector, que se dividirán en cuatro áreas principales: ferias de exposición,
eventos culturales, concentraciones y carreras. La secretaría es la misma que
la del Registro Fiat Italiano, con el que se ha puesto en marcha una
colaboración que conduzca al desarrollo de nuevas iniciativas.
Campeonatos en pista
Las carreras forman parte del ADN de Abarth y son
muchos los vehículos históricos del Escorpión que participan en ellas, sobre
todo en circuito y cronoescaladas. Desde los populares Abarth 850 TC y 1000 TC,
hasta los bicilíndricos 595 y 695 Assetto Corsa y “esseesse”, continuando con
las categorías GT con las innumerables versiones de berlinas carrozadas por
Zagato, pasando después a vehículos más potentes, como los prototipos
deportivos, en las diferentes cilindradas. Todos estos automóviles han
destacado en su “hábitat natural” de los circuitos y cronoescaladas, y se han
granjeado la admiración del público.
También en los rallies ha habido participaciones
significativas, dada la gran tradición de éxitos en esta especialidad. Aún hoy
en día, no es raro ver competir con éxito en pruebas especiales de las citas
más renombradas a los Fiat Abarth 131 Rally o Fiat Abarth 124 Rally. Son muy
numerosos los Autobianchi A112 Abarth que, desde 1977 hasta 1984, han
protagonizado el célebre campeonato monomarca y que todavía hoy se presentan en
masa a las principales carreras.
Como parte de un contexto más dinámico, se estudiarán
nuevas iniciativas con la colaboración de ACI Storico para promover y organizar
a los pilotos de los vehículos Abarth históricos, proponiendo un vínculo
significativo con los actuales trofeos Abarth en pista.
Concentraciones de marca
Una de las iniciativas que más implican a los fans, es
participar en las concentraciones de marca. Se trata de momentos de agradable
comparación entre personas unidas por la misma pasión que les permiten utilizar
y mostrar al público su propio vehículo. Abarth Classiche organizará
directamente algunos eventos, a través de su propio registro, para consolidar
la pasión y reunir a nuevos coleccionistas de la marca. Las concentraciones se
organizarán a nivel internacional, para reunir a los fans del Escorpión de todo
el mundo.
Presencia en los eventos con más prestigio del mundo
En la actualidad, Abarth Classiche gestiona algunos
vehículos pertenecientes a la colección Fiat-Lancia. Se trata de automóviles
con un gran pedigrí deportivo: un Fiat Abarth 124 Rally oficial de 1974, un
Fiat Abarth 131 Rally de 1976 con los colores Alitalia y el Lancia Rally (037),
el último ejemplar fabricado en Abarth en 1984 con los colores Martini.
También forman parte de Abarth Classiche tres
prototipos de récord: el monoplaza pilotado por el mismo Carlo Abarth para
batir el récord de aceleración en 400 y 500 metros en 1965, y las dos berlinas
monoplaza carrozadas por Bertone y Pininfarina. Son automóviles que representan
la historia del Escorpión y que participarán en algunos de los eventos de más
prestigio del calendario internacional.
“Abarth: the Scorpion’s tale”
Hay historias de éxito, victorias y gloria. Historias
románticas, hechas de pasión, amor y locura.
Historias míticas, como la de Carlo Abarth. Quienes
tuvieron el placer y honor de conocerlo dicen que era un “soñador con los pies
en la tierra”: un oxímoron como se desprende de su vida personal, primero en lo
deportivo y después como empresario. Fanático de las carreras desde su
juventud, a partir de los años cincuenta Abarth apoyó la producción de
componentes especiales y la transformación de las prestaciones para las
actividades deportivas. Su gran idea fue la de brindar a la gente la
posibilidad de vivir a diario la pasión por los coches y las carreras, haciendo
extraordinarios productos creados como normales y transformando a la gente
común en pilotos cotidianos. Gracias a Abarth el coche deportivo se convirtió
en un sueño alcanzable, no para una pequeña élite, sino para cualquiera que lo
deseara. En todos los sentidos, Carlo Abarth puede considerarse como el
inventor del concepto de transformación en el campo de la automoción.
Esta actividad le permitió iniciar una aventura de
grandes éxitos deportivos e industriales, cuyo eco ha llegado hasta nosotros
sorprendentemente fuerte. Incluso hoy en día, tras más de un siglo desde el
nacimiento de su fundador, la marca Abarth es conocida en todos los rincones
del planeta.
Velocidad, prestaciones y adrenalina: para los
fanáticos del motor, el Escorpión será para siempre el símbolo de la epopeya.
Por ejemplo, cabe mencionar la empresa personal de Carlo Abarth que, en 1965
con 57 años, perdió más de 30 kg para entrar en el habitáculo del Fiat Abarth
1000 Monoposto Record y batir los récords de aceleración en un cuarto de milla
y en 500 metros. O el “Fiat Abarth 1000 Pininfarina”, cuidadosamente conservado hasta hoy en día,
cuya memoria se relaciona con los siete récord batidos en el circuito de Monza
por 9 pilotos que corrieron en septiembre de 1960 durante tres días seguidos.
Resumiendo, escribir sobre Abarth significa escribir
sobre la pasión. Y es precisamente la pasión por la marca la que une a personas
de cualquier condición social y de todas las edades. Incentivar sobre todo a
los jóvenes, que hoy también pueden compartir de nuevo la emoción de conducir
un Abarth por las carreteras todos los días, ha sido una de las razones de peso
que han empujado a la marca a revivir en clave actual el glorioso pasado de
Abarth, un legado histórico que resulta imposible desvirtuar.
Las victorias y récords batidos, las innovaciones e
ideas originales y, a veces, un poco locas de la Abarth de entonces son el
legado cultural de la Abarth actual y constituyen su principal riqueza. Es la
historia de los hombres y mujeres que han contribuido al éxito de la marca, una
historia que hay que narrar y a la que por fin se le da cabina en el libro
“Abarth: la historia del Escorpión”, escrito por Sergio Seccatore y editado por
el Registro Fiat Italiano.
Annaliese Abarth y la pasión por la marca
Anneliese Abarth, que durante muchos años acompañó al
brillante fabricante de automóviles y fundador de la marca, sigue hoy en día
representando al Escorpión bajo el signo de una profunda relación personal y
profesional.
Fan desde siempre del mundo del motor, la señora
Anneliese, en la actualidad presidenta de la Fundación Carlo Abarth, siempre
estuvo al lado del genial fundador de la marca hasta el día de su desaparición.
Recoge así, un testigo ideal bajo el signo de la continuidad y en nombre de una
relación larga y profunda que ha caracterizado la vida de ambos.
Por esta razón, Anneliese Abarth es hoy embajadora de
la marca y, gracias a su participación en las numerosas actividades del
Escorpión, representa a la marca en múltiples eventos para coches de época y en
las concentraciones internacionales de los diferentes clubes. Nadie mejor que
ella, que vivió de primera mano la historia de Abarth, puede expresar lo que el
fundador concretaba a través de las prestaciones de sus vehículos. Carlo y
Anneliese Abarth se conocieron a principios de los años sesenta y vivieron una
relación en la que la vida personal y profesional se entrelazaba
constantemente, en perfecta armonía. Ambos se apoyaban en cada ocasión
importante y Anneliese participaba con gran emoción en las pruebas y carreras.
Además, se convirtió en la musa de Carlo Abarth y en un icono de estilo para
sus creaciones.
Ahora el mito Abarth sigue viviendo en el corazón de
todos los fans, a través de una gama que expresa deportividad sin compromisos
gracias al progreso técnico constante, como lo demuestran, por ejemplo, los
recién nacidos 595 Yamaha Factory Racing y 695 Biposto Record. El primero rinde
homenaje a la prestigiosa colaboración entre la marca del Escorpión y el equipo
Movistar Yamaha. De hecho, sinónimo desde siempre de carreras en el mundo del
motor, para el bienio 2015 y 2016 Abarth es Patrocinador Oficial y Proveedor
Oficial de vehículos del equipo que compite en el campeonato mundial FIM MotoGP
(este año ha ganado los tres títulos en juego: pilotos, constructores y
equipo).
El 695 Biposto Record es la versión que celebra el 50
aniversario del récord de aceleración con un vehículo de clase G batido por
Carlo Abarth en 1965 en el Autódromo de Monza. Se caracteriza por una exclusiva
carrocería “Amarillo Módena” con acabados en color “Tar Cold Grey” y emblema
“695 Record” esmaltado en el lateral. Las prestaciones están garantizadas por
el diferencial autoblocante mecánico, combinado por primera vez con un cambio
de cinco velocidades. La combinación perfecta entre prestaciones, artesanía y
cuidado por los detalles, al igual que la actividad constante de Anneliese
Abarth en términos de promoción de la marca, alimentan el entusiasmo de todos
los fans y mantiene viva la memoria de su fundador.
Fechas importantes en la historia de Carlo Abarth
Detrás de una marca que se ha convertido en un mito
está, sobre todo, el trabajo de un auténtico genio de los motores. Carlo Abarth
nació en Viena en 1908 y fue el artífice de un éxito casi sin precedentes en el
campo de los deportes de motor, como resultado de una dedicación absoluta al
mundo del motor y de un talento, pasión y gusto por la innovación realmente
prodigiosos.
Uno de los principales capítulos de la historia de la
marca es el que lo vincula a Fiat, en una sólida y rentable relación. Sin
embargo, la historia de Carlo Abarth no comienza con los coches, sino con las
motos: de hecho, con veinte años ganó sus primeras carreras montado en una
Motor Thun y al año siguiente construyó su primera moto personalizada con la
marca Abarth. Por desgracia, durante una carrera en Linz, un grave accidente le
obligó a abandonar las motos, pero no a renunciar al deseo de desafiarse a sí
mismo y a sus limitaciones: siguió compitiendo con sidecar, vehículo que
precisamente él encumbra gracias a empresas como el desafío con el tren Oriente
Express, que naturalmente ganó. Un segundo grave accidente en 1939 le obliga a
renunciar a las carreras.
Comienza así la segunda vida de Carlo Abarth y del
auténtico mito. En 1945 se trasladó a Merano y se convirtió en ciudadano
italiano a todos los efectos. Después, tras una corta experiencia en Cisitalia,
fundó la Abarth &C en 1949. El primer vehículo producido fue un 204 A
Roadster, derivado de un Fiat 1100, que ganó inmediatamente el campeonato
italiano 1100 Sport y el de Fórmula 2.
Al mismo tiempo, Abarth tuvo la brillante idea de
combinar la actividad de las carreras con la atención por el gran público y
comenzó a realizar los famosos kit de transformación para vehículos de serie
que aumentaban la potencia, la velocidad máxima y la aceleración. Cabe destacar
en estos kit los silenciosos de escape que, con el paso de los años, se han
convertido en un auténtico icono del “estilo Abarth”. Gracias a la experiencia
adquirida años antes en las motos, los silenciosos Abarth eran un producto
tecnológicamente avanzado. Los primeros prototipos tenían un tubo central de
sección constante y pasos laterales de fibra de vidrio, y suprimían todos los
diafragmas para contener al máximo la compresión de los gases. Un sistema
sencillo, pero innovador, que dio a sus productos una clara ventaja en términos
de prestaciones y un sonido sordo y completo inconfundible. En pocos años, la
Abarth & C. alcanzó niveles mundiales: en 1962 fabricó 257.000 silenciosos
con una plantilla de 375 personas, el 65% se destinó a la exportación.
Son dos los elementos de fundamental importancia que
determinaron el éxito de los componentes y kit Abarth: una inteligente campaña
publicitaria y la actividad de carreras. De hecho, Carlo Abarth introdujo
técnicas de marketing y comunicación que aún se utilizan hoy en día. Baste
decir que, para convencer a los conductores a quitar su silencioso de serie e
instalar uno Abarth, concibió una inteligente campaña de publicidad centrada en
una elegante presentación del producto. Anunciado con un lenguaje nuevo y
revolucionario en los principales periódicos, el silencioso se presentaba en
las versiones negro mate y cromada, y se ofrecía a un precio mucho más alto que
el de la competencia (4500 liras contra un máximo de 2000 liras). Sus colaboradores
al principio escépticos con esta estrategia, pronto cambiaron de opinión: el
éxito fue inmediato y extraordinario. Las primeras 50 unidades se realizaron
para el Fiat “Topolino”.
El auge de la marca en el imaginario de los
aficionados a las carreras fue incesante y con el paso del tiempo se convirtió
en excepcional, alcanzando su punto máximo a finales de los años cincuenta y a
lo largo de todos los años sesenta. Carlo Abarth construyó el mito del
Escorpión con una dedicación absoluta y una actividad casi frenética en la que
pueden entreverse las características del genio. Las etapas de esta continua
proeza, de esta historia de éxito casi sin precedentes, se suceden a un ritmo
que aún asombra hoy en día. Una larga marcha a base de récords, triunfos e
ideas brillantes que cambiaron la forma de vivir los coches deportivos.
En 1956, con un Fiat Abarth 750 carrozado por Bertone,
la marca batió un récord de duración y velocidad: el 18 de junio, en el
circuito de Monza, batió el récord de las 24 horas, cubriendo 3743 km a una
velocidad media de 155 km/h. Después, del 27 al 29 de junio, en el mismo
circuito lombardo, encadenó varios récords: los 5000 y 10.000 km, las 5000
millas y también las 48 y 72 horas. El éxito tuvo un reconocimiento
internacional: incluso el influyente periódico alemán “Das Auto Moto Und Sport”
en el número 15 del 21 de julio de 1956 dedicaba la portada al Abarth 750.
Zagato carrozó el mismo vehículo en dos versiones diferentes: el Fiat Abarth
750 Zagato (1956) y el Fiat Abarth 750 GT Zagato (1956). El 11 y 12 de mayo de
1957, en la 24 edición de las Mille Miglia, participaron nada menos que 20
coches del Escorpión en la clase 750 y de estos, 16 terminaron la carrera.
El eco de este extraordinario vehículo llegó incluso a
los Estados Unidos: Franklin Delano Roosevelt Jr., hijo del presidente de los
EE.UU., se apresuró a viajar a Italia para firmar personalmente con Carlo
Abarth un acuerdo de exclusividad para la distribución de estos vehículos. En
1958 Abarth llevó a cabo una auténtica obra maestra en el nuevo Fiat 500,
transformando totalmente el pequeño utilitario y destacando al máximo su
potencial. El mismo año se volvió cada vez más estrecha su colaboración con
Fiat, que se comprometió a entregar premios en metálico a Abarth en función del
número de victorias y récords que la escudería era capaz de lograr. Un evento
que constituyó la base del impresionante palmarés que ha ido acumulado la
marca: 10 récords del mundo, 133 récords internacionales y más de 10.000
victorias en circuito.
El mito creció cada vez más, entrando incluso en el
lenguaje común. Los años 60 fueron la década de oro de Abarth. Decir “Abarth”
significaba decir “velocidad”, “valor”, “prestaciones”, “transformación”. Y es
realmente larga la lista de vehículos que han grabado el nombre Abarth en la
historia del automóvil: desde el 850 TC, que ganó en todos los circuitos
internacionales incluido Nürbrugring, hasta el Fiat Abarth “1000 Berlina” y el
2300 S, que en el circuito de Monza encadenó una extraordinaria serie de
récords a pesar de las malas condiciones climáticas.
A partir de 1971, Abarth pasó a ser propiedad de Fiat
Auto y el último vehículo en cuya realización participó activamente el fundador
de la marca fue el A112 Abarth. En los años 80 la historia continuó con
vehículos célebres como el Fiat 131 Abarth, campeón del mundo de rally, y el
Ritmo Abarth. Carlo Abarth murió, sin embargo, el 24 de octubre de 1979, bajo
el mismo signo que le vio nacer: el del escorpión.
El despacho de Carlo Abarth
En las Officine Abarth se ha reconstruido el despacho
de Carlo Abarth usando la decoración de la sede histórica. Un lugar sugerente,
con muchos elementos personales como sus gafas y la cesta de manzanas. El
fundador de la Casa del Escorpión siguió una dieta estricta a base de manzanas,
fruta que le recordaba a su Austria natal, para perder el peso necesario y
entrar así en la cabina del monoplaza con el que batió personalmente el récord
de aceleración en un cuarto de milla en 1965.
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