El primero de ellos es el Type 35 de
1926 que, según Bugatti, es el coche de carreras más exitoso del mundo ya que
obtuvo más de 2.000 podiums y victorias, incluyendo triunfos en la Targa
Florio. El Type 35 montaba un motor de ocho cilindros en línea con 120
caballos. Y lo mejor era su ligereza. Sólo 750 kilos con un reparto de
pesos perfecto (50/50) entre ambos ejes.
El segundo es el Type 57SC Corsica Roadster de
1937. Es una versión deportiva del modelo estándar del Type 57 que se presentó
en el Salón internacional de París en 1935. El chasis se acortó en 32
centímetros y se colocó más bajo, de ahí la 'S' en el nombre (de surbaissé en
francés que significa bajo), mientras que la C alude al compresor. Con una
compresión excelente para la época de 8:5:1 (más que la del 57 normal que era
de 6:7:1) era capaz de alcanzar los 200 km/h gracias a sus 170 caballos de
potencia.
El tercero sería el Type 55 Super Sport Roadster, predecesor
del 57SC. El Type 55 sucedió en 1931 al Type 43. Ettore Bugatti utilizó para el
55 el motor del modelo Type 51 y el rígido chasis del Type 47, mientras que la
transmisión la heredó del Type 49. Esta combinación provocó que el Type 55 fuera
capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de diez segundos. Su motor de diez
cilindros daba 135 caballos a 5.500 revoluciones por minuto.
Del Type 55S se construyeron en total 38
unidades entre 1932 y 1935, de las que en la actualidad todavía se conservan 28
de ellas.
Y el cuarto es el más reciente Bugatti. El
Veyron 16.4 Super Sportque según Bugatti es el coche de producción más
rápido del mundo ya que alcanzó los 431,072 km/h en 2010 gracias a sus 1.200
caballos de potencia. Eso con permiso del Hennessey Vennon GT que en febrero de
2014 alcanzó los 435 km/h.
El Veyron, que ha dejado de producirse este año y
espera sucesor, llegó al mercado en el año 2005 y sólo se han construido 450
unidades incluyendo todas las ediciones especiales. De ellas 300 han
sido con la carrocería cupé y 150 roadsters o descapotables. Fue el primer
vehículo de producción que superó los 1.000 caballos de potencia y en superar
los 400 km/h. De ahí que su precio supere los 2,3 millones de euros porque
además, según Bugatti era tan versátil que te permitía ir cómodo a la Ópera o
disfrutar de toda su potencia en un circuito.
Bugatti además aprovechará para recordar a sus
clientes su Bugatti Certified, servicio que ofrece para vehículos
nuevos y usados que no sólo cubre el mantenimiento sino que se encarga de
verificar que todos los Bugattis existentes por el mundo son auténticos y no ha
sufrido modificaciones. Y es que los Bugattis antiguos además de ser piezas de
coleccionista son un vehículo de inversión para grandes fortunas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.