Soy conductor: ¿En qué me
afectan los talleres ilegales?
CETRAA inaugura una sección
web para informar sobre los derechos de los consumidores y cómo afectan las
prácticas ilegales a la seguridad vial
Repercusiones en materia de
seguridad vial, ausencia de garantías legales o imposibilidad de llevar a cabo
reclamaciones al no existir factura son sólo algunas de las consecuencias
derivadas de realizar las pertinentes reparaciones y revisiones de vehículos en
talleres de reparación clandestinos, según denuncia CETRAA (Confederación
Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines) en su nueva sección
web http://www.cetraa.com/como-me-afectan-los-talleres-ilegales/. Un modelo de
negocio fraudulento e inseguro que, sin embargo, atrae a muchos consumidores
deseosos de ahorrarse parte del coste de las reparaciones y que, en la mayoría
de los casos, desconocen los riesgos que conlleva esta práctica, penada por
ley.
“Que los talleres ilegales
dañan al sector de la reparación es algo que todo el mundo sabe, pero lo que ya
no es tan conocido es el hecho de que conductores y resto de usuarios de las
carreteras también son afectados gravemente por estos talleres, y ya no estamos
hablando únicamente de economía sumergida, estamos hablando de algo tan crítico
como es la seguridad vial”, asegura Mª Carmen Antúnez, presidenta de la
confederación. “En la nueva sección damos respuesta a preguntas como ‘¿Qué es
un taller ilegal?’, ¿Qué consecuencias tiene para la seguridad vial?’ o ‘¿Cómo
identifico un taller ilegal?’, entre otras”, continúa Antúnez.
Desde CETRAA se pretende
concienciar directamente a los conductores de algo sobre lo que la
Confederación viene insistiendo desde hace tiempo. Realizar las reparaciones
únicamente en talleres legalmente establecidos es de suma importancia, ya que
sólo los establecimientos legales, que cumplen todas las normativas y poseen
las debidas licencias, pueden garantizar la correcta manipulación del vehículo,
lo que redunda en una mayor seguridad vial al reducir el riesgo de accidentes.
Los talleres legales poseen la maquinaria necesaria y las herramientas
adecuadas para realizar las reparaciones. Además, sus empleados reciben
formación continua, algo esencial ya que, con la creciente complejidad de los
vehículos, los mecánicos quedan desactualizados en poco tiempo si no reciben
estos cursos, a los que sólo los trabajadores de talleres legales pueden
acceder.
Igualmente, sólo los
talleres legalmente establecidos tienen acceso a la información técnica del
vehículo, es decir, a las directrices establecidas por el fabricante que
garantizan la correcta manipulación y reparación del vehículo minimizando
riesgos, garantizando un óptimo funcionamiento y alargando su vida útil.
Además, estos establecimientos utilizan únicamente piezas homologadas y
recambios cuya trazabilidad está asegurada o, lo que es lo mismo, utilizan
exactamente la pieza requerida para cada modelo de coche, con todas las
garantías del fabricante del recambio. Lejos de ocurrir esto en un taller
ilegal, los recambios instalados pueden tener procedencias muy variadas
(desguaces, segunda mano, etc.) sin saberlo el dueño del vehículo.
Práctica fraudulenta penada
por ley
Por si no fueran suficientes
motivos para evitar los talleres ilegales, contratar sus servicios es una
práctica penada por la ley, porque no sólo no cumplen ninguna normativa en
seguridad laboral o gestión medioambiental, sino que además defraudan al erario
público al no emitir factura. Asimismo, atentan contra los derechos y garantías
de los conductores, imposibilitándoles el derecho a reclamar ante reparaciones
defectuosas al no existir factura, lo que puede redundar en costes aún más
elevados para ellos.
La colaboración ciudadana,
fundamental
Desde el inicio de la crisis
esta situación ha ido en aumento. No en vano, CETRAA calcula que un 20% del
total de talleres actualmente en activo en nuestro país opera sin las debidas
licencias. Una forma sencilla y efectiva de diferenciar un taller ilegal de
otro reglamentario es que éste último cuenta con una placa identificativa
ubicada en un lugar visible de la fachada.
Ante esta situación CETRAA
puso en marcha en 2014 una Sala de Denuncia
(http://www.cetraa.com/sala-de-denuncia/) donde los ciudadanos pueden denunciar
anónimamente actividades ilegales, fraudulentas o antiecológicas. Una
colaboración ciudadana esencial para permitir la detección y denuncia de
actividades ilegales y mantener la profesionalidad y garantía del sector.
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