Los atascos de tráfico en el
futuro podrían causar también embotellamiento de datos potencialmente
peligrosos porque unos automóviles cargados de aplicaciones de entretenimiento,
seguridad y navegación competirán por las ondas con teléfonos inteligentes,
tabletas y características de red de otros vehículos, según un estudio.
De acuerdo con un estudio
publicado el jueves por Machina Research, en 2024 los puntos de conexión
máquina a máquina (M2M) se habrán multiplicado por diez hasta los 250 millones
desde los 2,3 millones de 2014.
En carretera,
aproximadamente uno de cada cinco vehículos en todo el mundo tendrá algún tipo
de conexión inalámbrica en 2020, según previsiones de la consultora tecnológica
Gartner. Eso significará que habrá más de 250 millones de coches conectados.
Los automóviles conectados
con conexiones Wi-Fi a bordo podrían causar picos en la demanda de datos
móviles cuando el tráfico se detenga, momento en el que los conductores
buscarán rutas alternativas y los aburridos pasajeros se ocupen en entretenerse
con sus móviles y tabletas, dice el informe de Machina.
Según este estudio, los
sistemas de navegación y de detección de colisiones basados en redes locales
para identificar obstáculos podrían sobrecargarse si no se diseñan y regulan
cuidadosamente.
El informe dice que los
peligros crecerán la próxima década, pero no llega a pintar un cuadro horrendo
de coches apilados en las cunetas. Dichos escenarios pueden evitarse si los
operadores de red prestan más atención a la gestión de la creciente e
impredecible demanda de datos en áreas congestionadas y si los fabricantes de
dispositivos se esfuerzan más para garantizar que sus productos no interfieren
con otros usuarios de la red.
El problema, los picos de
tráfico
"En lo que se refiere a
volúmenes totales de datos, los coches conectados no presentan un gran
problema", dijo Matt Hatton, fundador y consejero delegado de Machina, una
firma de análisis de mercados británica especializada en comunicaciones de
datos de máquina a máquina. "Pero la gestión de los recursos de red no se
basa en el volumen total del tráfico. Se basa en determinados sitios móviles
durante las horas pico de uso de la red", dijo Hatton sobre las antenas y
equipos utilizados para transferir llamadas y datos móviles desde y hacia una
red de área local.
Los picos de tráfico en
horas punta podrían duplicarse en las inmediaciones de zonas congestionadas
debido a la electrónica de a bordo en los coches conectados, estima Machina.
Ya hoy la mayoría de los
conductores atrapados en atascos de tráfico esperan que la cobertura de
telefonía móvil merme por la gran cantidad de llamadas de personas que de
repente se encuentran parachoques contra parachoques.
Aunque es menos apreciable,
los usuarios de telefonía en zonas densamente pobladas pueden experimentar como
las mega rápidas conexiones de datos 4G se convierten en conexiones más lentas
de segunda o tercera generación que sólo pueden gestionar transferencias de
datos limitadas.
Sin embargo, mientras que
los teléfonos apenas son exigentes con la red hasta que el usuario se pone a
descargar un vídeo, actualizar su correo electrónico o realizar una llamada, la
congestión de la red se multiplica cuando los conductores convergen en el
tráfico rodado.
"Los coches conectados,
al igual que con otros dispositivos M2M, no se comportan como los teléfonos
inteligentes", dijo Hatton, debido en parte a la diversidad de
dispositivos que entrarán en juego con tantas máquinas comunicándose con otras
máquinas.
El informe de Machina estuvo
patrocinado por TEOCO, un proveedor estadounidense de servicios de gestión de
red para operadoras de telecomunicaciones de todo el mundo que tiene su con
sede en Fairfax, Virginia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.