Durante el verano, un equipo
de unos 50 técnicos e ingenieros del Centro Técnico de SEAT se desplaza a una
zona desértica del sur de España para realizar los Summer Tests, una gran
variedad de ensayos a más de 40 grados de tempertura. Este año han llevado al
límite el nuevo León X-Perience, circulando con él por todo tipo de
superficies.
Recorren unos 20.000
kilómetros por cada modelo y cada uno de los ensayos que se realizan tiene un
objetivo práctico para el cliente. Por ejemplo, ¿cómo se sabe cada cuánto hay
que cambiar el filtro del aire del motor? Para calcularlo, el coche circula
detrás de una intensa estela de polvo provocada por un vehículo de apoyo
durante cerca de dos horas. En este mismo terreno se realizan otro tipo de
pruebas de estanqueidad para garantizar que, incluso en tales situaciones
extremas, no entre polvo en el interior del coche.
En una pista de grava se
recorren hasta 3.000 kilómetros para analizar los impactos que ocasiona la
gravilla en toda la zona de los bajos, pasaruedas, zona exterior y posterior
del parachoques. Los ingenieros valoran la resistencia de los materiales para
asegurar su funcionalidad durante toda la vida del coche. En la prueba de
klapper, se comprueban que las más de 3.000 piezas que compone un coche no
provoquen ruidos molestos para los ocupantes. Esta prueba se realiza en pistas
de superficie irregular y además del oído humano se utilizan equipos de soporte
como la endoscopia para su análisis.
En los Summer Tests se
llevan a cabo también verificaciones de los sistemas de control de estabilidad
con las últimas modificaciones del software. Estos ensayos se realizan en
pistas de baja adherencia y se confirman en una pista con curvas de diferentes
radios.
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